El Evangelio de este día contiene
unas afirmaciones de Jesús concretas y claras, y el ponerlas en práctica nos determina en uno u otro
sentido.
Si somos cristianos, lo primero,
que tenemos que apreciar es su valor: "No deis
lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; no sea que
las pisoteen con sus patas y después se revuelvan para destrozaros."
A veces no es fácil darse cuenta de lo
que uno ha recibido o tiene en la Fe, pues nos movemos en un mundo en que solo
se estima lo material y lo tangible... ¿Cómo apreciar entonces lo que no se ve,
o lo que los demás no estiman en su justo valor..?
Las realidades espirituales se
aprecian desde el Espíritu..., por lo tanto tenemos que pedir luz al Espíritu
Santo para darnos cuenta de lo que supone e implica el ser cristiano, en medio
de una sociedad como la que nos ha tocado vivir... Por la fe sabemos que
nuestra vida tiene transcendencia de eternidad, y esto deberíamos mostrarlo con
nuestra alegría, gozo y paz...
No podemos negarnos a dar testimonio,
pero también hemos de preparar la recepción del mismo, para que no sea
rechazado, o contestado indebidamente...
Si somos cristianos, segundo,
tenemos que sentir con los demás: "Así,
pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros
con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas."
En esto sí que coincidimos con todos
los que nos rodean... Todos tenemos un mismo sentir de cara a nuestras persona
y lo que deseamos para ella, y todos esperamos lo mejor en el trato con los
demás... Aquí sí que hay seguridad de que acertaremos al darnos, como nosotros
mismos nos queremos y nos amamos...
Si somos cristianos, tercero, tenemos
que esforzarnos: "Entrad
por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y
qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos".
Luchemos contra la ley de lo más
fácil, de lo más cómodo, o de lo más placentero... No porque no nos guste lo
fácil, lo cómodo o lo placentero, sino porque sabemos, que no siempre esto nos
llevará a la plenitud de la felicidad...
El esfuerzo, el sacrificio, o la
renuncia, nunca han estado de moda... Su aspecto o su apariencia, pueden
echarnos para atrás a la hora de su consecución..; pero quien se ha vencido, se
ha superado, o se ha negado a sí mismo en algo.., no podrá negar nunca que hay
en estas realidades un algo escondido que nos realiza, nos plenifica, nos da
felicidad...
Hoy puede ser un día muy bonito
para hacernos estos tres planteamientos en nuestra oración personal, y ver a
qué conclusiones somos capaces de llegar...
¡Apreciemos lo que tenemos...!
¡Hagamos a los demás lo que nos
gustaría que nos hicieran a nosotros...!
¡Y no dejes de vencernos a nosotros
mismos en algo…!