21 noviembre 2017. Martes de la XXXIII semana del T. O. – Presentación de la Virgen – Puntos de oración

Acudimos, como cada día, a encontrarnos con nuestro amigo Jesús, el Señor, que como siempre, nos espera. De hecho, no nos quita ojo de encima y está deseando que llegue este momento del día en el que vienes a verle.
El evangelio de hoy nos muestra precisamente esto: Jesús, que ve desde lejos los movimientos del pequeño Zaqueo, se sitúa en lugar adecuado para dejarse encontrar por él, como se deja encontrar en este momento por ti. Dios se deja encontrar porque desea cruzar su mirada con la tuya e invitarte a pasar un rato íntimo contigo, a solas, en tu hogar, en tu corazón.
Hoy, déjate mirar hasta el fondo por Jesús. Deja que ilumine tu realidad y observa los movimientos de tu corazón. Mira cómo se alegra en su presencia, cómo se abre ante su mirada de amor. ¿Qué quieres devolver hoy? ¿De qué te quieres liberar? ¿Qué has descubierto que te sobra ahora que estás con Jesús? Mucho que pensar, que rezar, que preguntarle a Él. Hazlo ahora, en este momento de silencio. Pídele al Señor que te haga ver su voluntad sobre tu vida, que abra tu corazón y tu mente. Y pídele memoria agradecida de éste encuentro que hoy estás teniendo con Él.
Terminemos cayendo en la cuenta de que Dios nos sostiene, como dice el salmo, y como muestra el ejemplo de la primera lectura. Pidamos a la Virgen, en esta campaña de la Inmaculada que nos ayude a buscar a Jesús como Zaqueo y a ser valientes como Eleazar.

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