Hoy celebramos el aniversario de la
dedicación de la Basílica de Letrán, construida en Roma por el emperador
Constantino. Y ¿por qué celebrar en toda la Iglesia la dedicación de una
basílica de Roma? Pues porque fue la iglesia madre de todas las iglesias de
Roma y del mundo, muchos años antes que la de San Pedro también en Roma.
Con esta celebración, en realidad, lo
que estamos haciendo es mostrar nuestra adhesión a la figura del Papa, como
señal de amor y de unidad de todos los católicos en torno a nuestro pontífice.
En estos tiempos de divisiones y facciones,
dentro y fuera de la Iglesia, es bueno hacer una celebración de este tipo que
nos recuerde que somos miembros de una única Iglesia, santa, católica y
apostólica, que nos congrega a todos en la caridad. Una Iglesia pecadora,
ciertamente, con los fallos y limitaciones propias de los hombres y mujeres que
la componen; pero también manantial de gracia y misericordia, hospital de
campaña, que diría el Papa Francisco. Que con la caridad y la acogida es capaz
de curar, no sólo las heridas del cuerpo, también las del alma. Como nos dice
la preciosa lectura del profeta Ezequiel: “Del zaguán del templo manaba
agua hacia levante (…) Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y
habrá vida dondequiera que llegue la corriente”. El agua de la gracia
que sana y da la vida nace del templo, y el templo es la casa de Dios, la
Iglesia.
Por eso, qué importante es permanecer
unido afectiva, efectiva e intelectualmente a la Iglesia, a la fuente de donde
mana la gracia, los sacramentos. Por eso, también nos dice San pablo en la
carta a los Corintios: “Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner
otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo”.
También en la ciudad de Madrid hoy se
celebra la festividad de la Virgen de la Almudena. Por la mañana, en torno a su
obispo, se reunirá gran parte de los católicos de la ciudad para celebrar a su
patrona en la catedral que lleva su nombre. De nuevo, los católicos celebrando
en torno al templo la unidad con su pastor. Pidámosle a Ella que nos guarde a
todos en la unidad de un mismo corazón y un mismo sentir.