Para comenzar oración nos ponemos en la
presencia del señor y pedimos luz al Espíritu Santo para que nos ilumine en
este rato y sepamos escuchar lo que Dios nos quiere decir hoy.
Tras leer las lecturas de hoy, me
gustaría proponer tres ideas que me han sonado con fuerza.
En primer lugar, se nos presenta en la
primera lectura la figura de la amistad y de lo que no es amistad. Mientras
leía esta descripción me venía a la mente recuerdos de como he ido actuando yo
con otros en muchas ocasiones o como otros han actuado conmigo. Pero después me
vino mi historia de fe, mi historia de amistad con Dios. En ese sentido os
invito a mirar vuestra a mistad con Dios con las claves que da esta lectura.
Ver el gran tesoro que tenemos, ver que nunca falla, que siempre está ahí hasta
cuando nosotros mismos le fallamos a ÉL.
En segundo lugar, en el salmo aparece la
idea del camino que el Señor nos prepara para que recorramos juntos. Aquí sobre
todo me gustaría resaltar los tres verbos que aparecen hacia el final, estos
son: Instrúyeme, enséñame y guíame. Fijémonos que son una petición directa para
que nos muestre las cosas como las ve Él y dirija nuestros caminos hacia donde
Él quiera. Os invito a repetirle con confianza durante el día de hoy estas tres
peticiones.
En tercer lugar, el evangelio de hoy nos
presenta un pasaje de Jesús con los Fariseos en el que le preguntan para
ponerlo a aprueba. Yo, de este pasaje, me quedo como Jesús ejemplifica esas
virtudes de la amistad que se enunciaban en la primera lectura y esos verbos de
instruir, enseñar y guiar que aparecen en el Salmo. Jesús, a pesar de la mala
intención de los fariseos, les explica para enseñarles. Y también con los
apóstoles sus amigos Jesús vuelve a explicárselo de manera más clara y directa.
Sin duda toda la vida de Jesús fue un ejemplo de cómo Él nos acompaña y nos
cuida a día de hoy en nuestras vidas.
Os invito a reflexionar en estas ideas de la amistad con Dios y como nos
cuida en nuestra vida. Y, por último, podemos acabar la oración con un coloquio
con la Virgen, que hablemos y le contemos nuestras inquietudes y sueños.