13 octubre 2019. Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario (Ciclo C) – Puntos de oración


“Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos”. Hoy es el día de nuestra curación. Hoy es domingo. Hoy es la fiesta de la Resurrección del Señor. Hoy, como todos los domingos, recordamos, o mejor, revivimos, el Domingo de Pascua. Ese día fuimos curados. Hoy fuimos curados. Hagamos de esa acción del Señor el centro de nuestra oración. Hagamos una oración en la que tengamos ojos solo para Él. Su acción curativa se nos presenta hoy bajo estas palabras: “Iros a presentar a los sacerdotes”, y en el camino, se curaron. De modo casi inconsciente, se nos transforma en un domingo, en el mandato de acudir a la misa dominical. Nos manda y yendo hallaremos nuestra curación, ¡qué maravilloso! ¡Qué modo de preparar la misa de hoy, deseándola porque Él nos envía a ella! Y saber que nos manda para curarnos de nuestros cansancios, enfermedades (corporales, pero, sobre todo, espirituales), de nuestros problemas, etc. Solo cabe una respuesta en esta oración: alabarle a grandes gritos. Quizá no externamente, pero sí con el corazón. Esta alegría que nos llena el corazón solo podremos alcanzarla como el samaritano, que en vez de acordarse de su curación tenía puesta su atención solo en la acción del Señor. Mirarle a Él, ponerle a Él en el centro. Así alcanzaremos la alegría que Él quiere darnos.

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