16 octubre 2019. Miércoles de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración


Empezamos, como siempre, tratando de hacer silencio interior y exterior (modo avión ON para evita distracciones y seguimos). Nos serenamos físicamente e intentamos que todo nuestro ser vaya entrando en oración, intentando caer en la cuenta de lo que significa estar en presencia de Dios.
Lo primero es pedir al Espíritu Santo que nos ayude a rezar pues por nosotros mismos no siempre sabemos hacerlo bien. Le pedimos que nos asista y que prepare nuestro corazón para escuchar la voz de Dios que nos habla por boca de san Pablo.
El apóstol nos recuerda que seremos juzgados por nuestras obras pero que ninguno de nosotros tiene la capacidad de juzgar a sus hermanos pues no somos más justos que ellos. El juicio dejémoslo a Dios, que lo hace con misericordia y nosotros preocupémonos de mejorar en aquello que solemos equivocarnos más que en enmendar los errores de los demás. Piensa a qué personas juzgas con más dureza habitualmente y proponte ser más comprensivo con ellas.
El Señor paga a cada uno según sus obras, así que preocúpate de que tus obras en este día estén iluminadas por Él. Pídeselo, porque no es fácil, pero es a lo que queremos aspirar. Jesús en el evangelio advierte severamente de que nos resulta más fácil señalar las faltas de los demás que poner por obra los buenos propósitos personales. Decide hoy que cosa concreta quieres hacer mejor en tu relación con los demás y pide fortaleza de espíritu para evitar el juicio a los demás.

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