3 de enero 2020. – Santísimo Nombre de Jesús – Puntos de oración


Al iniciar nuestro rato de oración nos ponemos en la presencia del Señor de la mejor manera que se puede hacer en este año: poniéndonos delante del portal y ver al Niño Jesús. Nuestra oración puede transcurrir así todo el tiempo: contemplando al Dios nacido.
Pues hoy celebramos una fiesta muy querida. Durante algún tiempo se había dejado de celebrar, pero la Iglesia la ha recuperado dentro de este tiempo de la Navidad: El nombre de Jesús. Esta palabra tiene resonancias muy queridas para nosotros. Puede ser el nombre más tierno que pronunciamos sin parar en nuestra oración. A la vez es una palabra que inspira poder: "Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre." (Filipenses, 2, 10-11)
Pero el poder de Jesús siempre sabemos cómo es y que se manifiesta naciendo en suma pobreza en Belem. Lee con detenimiento la primera lectura de hoy, de la primera carta del apóstol san Juan: hemos sido hechos hijos de Dios, no de una forma figurada, sino real. Este nivel tan alto que alcanza un simple bautizado es inaudito: se nos ha hecho, gratuitamente, hijos de Dios; así es el amor que Dios nos tiene. Por eso póstrate humilde ante el pesebre y adora a tu Dios de forma reverente.
Y ahora disponte a pasar el resto de tu rato de oración diciendo muy despacio y muchas veces el dulce nombre de Jesús. Te puedes ayudar escuchando esta canción.
Termina tu oración con un coloquio con la Madre de Dios y escuchando cómo pronuncia Ella el dulce nombre de Jesús, su Hijo.

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