16 abril 2020. Jueves de la Octava de Pascua – Puntos de oración


¡¡Cristo está vivo!! La alegría debe inundar nuestra vida, nuestras casas durante toda la Pascua. También nuestros ratos de oración deben ser alegres, disfrutones. Pero hay que hacer el esfuerzo de recogerse un poquito para entrar en diálogo con Dios. Modo avión activado… ¡y empezamos!
Como dice Ignacio en los Ejercicios, el fruto de la contemplación de la Pascua debe ser alegría desbordante, una que no se puede contener, que no podemos disimular, porque sale a borbotones del corazón. Pidamos esa gracia para nosotros y todos los cristianos. Pidámosla durante todo el día en medio de las tareas cotidianas: estudio, cocina, deporte, descanso… “que me llene de ALEGRÍA, Señor”.
Las lecturas de hoy nos animan a ello también. La primera habla de una alegría que lleva a la conversión del corazón. El salmo de una alegría que admira la grandeza de Dios. Y el evangelio nos da el secreto para que esta alegría no se desvanezca con el paso de los días: saber que Jesús está en medio de nosotros, que no se ha largado, que está a nuestro lado, come con nosotros, se alegra y sufre con nosotros, nos habla y nos escucha. No perdamos hoy la oportunidad de dedicar un rato a estar con él a solas.

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