12 diciembre 2020, sábado de la 2ª semana de Adviento. Puntos de oración

Nos ponemos en presencia del Señor, muchos lo tenemos delante en el Sagrario, otros presente en nuestros corazones. Le pedimos al Espíritu Santo su asistencia, su fuerza, su amor.

El Espíritu Santo nos da su sabiduría, ese gusto por lo espiritual que nos hace exclamar que dulce es al paladar tu presencia. Y qué gran verdad. Estos días que hemos estado tan cerca de la Virgen Inmaculada, que estamos con ella preparando el nacimiento de su Hijo, que ya como que nos ponemos delante del pesebre, salimos gustando lo sabrosa que se nos hace la oración.

Lo más normal en el día a día de la oración es que salgamos gozosos, endulzados. El Espíritu Santo es el dulce huésped del alma. Y podemos repetir con la Escritura: Qué dulces al paladar son tus palabras. Qué gusto encuentra el alma en ellas.

Sin embargo, a veces como le pasó a Isaías la palabra es como brasa que se acerca a los labios.

Cuando estos días me acerco después de la oración a misa a la iglesia del barrio y me encuentro a la puerta a los pobres, algunos de mi edad, con buena presencia y los veo muertos de frío, y cómo te agradecen cuando les das algo, se me remueve el corazón, me queman sus palabras. Me viene a la cabeza el niño Jesús, en un establo, entre pajas… ¿muerto también de frío?

Es Dios, pero tan hecho carne, tan hecho hombre, tan venido a menos, que ni con el anuncio de ángeles se acercan todos. Irían unos poquitos. Cómo se viene. Tan escondido.

Y hoy, ¿no ocurre lo mismo? Ayer oyendo un programa sobre el Cotolengo, contaban que ellos veían a Cristo en los enfermos, en los pobres, en los otros. Y a mí me recuerda que vino a los suyos y no se acercaron a Él, que no le reconocieron. Porque un Dios hecho carne. Y un Dios hecho un pobre, en la periferia... ¿Cómo va a ser Dios?

Señor apiádate de nosotros. Vino Elías y no lo reconocieron, vino Cristo y tampoco lo reconocemos. Cambia nuestros corazones, ayúdanos a descubrirte en todos aquellos con los que estemos, en todos aquellos que pasen por nuestra vida.

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