Espero que te ayuden estas
palabras que te pongo a continuación para llevar a cabo con fruto este rato de
oración. Dedícale este tiempo al Señor en la soledad acompañada por Él.
Empezamos nuestra oración
invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones
el fuego de tu amor”.
Te invito a que en esta
predisposición y con la ayuda del Espíritu Santo, medites con calma la palabra
de Dios que hoy nos ofrece la Iglesia. Con la primera lectura, del Libro del
profeta Sofonías, podemos contemplar la promesa de Salvación del Señor. “Daré a
los pueblos, labios puros para que invoquen todos el nombre
del Señor, para que le sirvan unánimes. Desde más allá de los ríos de Etiopía,
mis fieles dispersos me traerán ofrendas […] Dejaré en medio de ti un pueblo
pobre y humilde”. Esta lectura que nos ofrece hoy la Iglesia evoca en mi el
pasaje de la adoración de los Magos y también de los pastores. Puede que a ti
también te ayude meditarlo de esta manera. Puedes traer también a la
meditación, la Bienaventuranzas. “Bienaventurados los limpios de corazón,
porque verán a Dios”; “bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos
es el Reino de los Cielos”. “Daré a los pueblos labios puros”, como a los
pastores que seguro pregonaron el nacimiento del Niño Dios y creyeron. Le
vieron y creyeron porque su corazón era puro y fueron bienaventurados. También
bienaventurados por su pobreza de espíritu, y hallaron el Reino de los Cielos
acostado en lo más pobre, en un pesebre. También los Reyes Magos eran limpios
de corazón y pobres de espíritu y aun con toda la sabiduría que atesoraban, su
corazón era pobre y entregado para decir SÍ y seguir la Estrella. Como dice la
primera lectura: “Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos
me traerán ofrendas”. Y tú, ¿te pareces a los pastores y a los Magos? ¿Deseas
acudir a adorar al Señor en esta Navidad que ya llega (sólo en 10 días)?
¿Tienes algo que ofrecerle como los Magos y pastores? Y otra pregunta para
examinarnos, ¿Cómo te estás preparando en este Tiempo de Adviento para recibir
a Jesús?
Te animo a que pongas todo esto en las manos de la Virgen. Ella te ayudará a acercarte a Jesús. Ella ya está esperándole. ¿Quieres esperarle tú también?
