No sé si os habréis dado cuenta, pero en el evangelio
de este domingo se ha repetido por 7 veces la palabra permanece...
"Permaneced en mí y yo en vosotros..."
"Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."
"El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto
abundante."
"Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como
el sarmiento, y se seca.
"Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen
en vosotros., pediréis lo que deseéis, y se realizará."
"Permanecer" es una de las palabras
favoritas del apóstol S. Juan. La usa 34 veces en el Evangelio, y 19 veces en
sus cartas.
¿Recordáis cómo termina S. Juan su evangelio?
¡Narrando su suerte...!
"Pedro, volviéndose, vio que les seguía el
discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su
pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a
entregar?".
Al verlo, Pedro dice a Jesús: "Señor, y este,
¿qué? Jesús le contesta: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti
qué? Tú sígueme..." Entonces se empezó a correr entre los hermanos el
rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría,
sino: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?" (Jn.
21,20-24).
La tradición nos dice que San Juan murió pacíficamente
en Éfeso hacia el tercer año del reinado de Trajano, es decir hacia el año cien
de la era cristiana, cuando tenía la edad de noventa y cuatro años, de acuerdo
con San Epifanio.
Por lo tanto, bien podemos pensar, que el apóstol S.
Juan es el apóstol de la permanencia..., de la perseverancia...
Todos nosotros soñamos con que el Señor nos concederá
"la gracia de la perseverancia final..."
La gracia que asegurará:
¡Nuestra entrada en el Cielo...!
¡Nuestra salvación eterna...!
¡Nuestra definitiva y total transformación en
Cristo...!
Pero esta sublime realidad..., nos la jugamos en el
día a día de nuestra vida.
Pensemos hoy un poco en esto, y que nuestra Madre del Cielo interceda por nosotros, mientras dura nuestra peregrinación en la tierra…