23 mayo 2021, domingo de Pentecostés. Termina el tiempo Pascual. Puntos de oración

Hoy estamos celebrando la solemnidad de Pentecostés. En la Antífona de Entrada leemos: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en nosotros, Aleluya”.

Todavía me siguen resonando las palabras de Jesús en el momento de la Ascensión. Son muy parecidas al texto del Evangelio de hoy. “Se apareció Jesús y se puso en medio de sus discípulos y les dijo: “Paz a vosotros”. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo… “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados…”

Estos son también los signos que nos regala el Espíritu Santo en este día y que los recuerdo por si nos ayudan. “…A los que crean, les acompañarán estos signos”: 1. “Echarán demonios en mi nombre. 2. Hablarán lenguas nuevas. 3. Cogerán serpientes en sus manos. Si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos en los enfermos, y quedarán sanos”.

SI TENGO FE, SI TENEMOS FE, ENTONCES ESTOS SIGNOS LOS HARÁ EL ESPIRITU SANTO EN MÍ, EN NOSOTROS, se harán realidad en este tiempo presente. Si tenemos fe… Echarán demonios en mi nombre. Si Cristo vive en mí en mi derredor no puede haber oscuridad, desesperanza ni violencia. Se derramará la paz, la luz y la esperanza.

Hablarán lenguas nuevas:  Jesús habla y se comunica con todos sus gestos, con todos sus sentidos, especialmente con la mirada, con actitud de servicio. Yo también lo haré; hablará a veces, sin emitir palabras, y se me entenderá en todas las latitudes y rincones de la tierra. Mejor, Él en mí, si vivo sirviendo y con alegría.

 “Cogerán serpientes en sus manos… y si beben un veneno mortal, no les hará daño”. Tengo que vivir en el mundo y estoy en contacto con la mundanidad, con todo aquello que me llega desde fuera y que también sale a veces de dentro, de mi corazón. Me puedo contagiar con muchas cosas, y yo también salpicar por el pecado, la impaciencia, las corruptelas, el sufrimiento, la muerte…

Pero el Señor nos pide vivir en el mundo sin ser mundanos. Nos dará la fuerza para vivir en el fuego sin quemarnos como se describe en el libro de Daniel: Los tres jóvenes condenados a morir en un horno encendido, paseaban dentro de él sin ser consumidos.

Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos. Se nos pide poner “más corazón en las manos” … Si tenemos fe viva, y nos dejamos invadir por la fuerza incontenible del Espíritu Santo, se transformará todo lo que toquemos, y…  quedarán sanos, si dejamos vivir a Jesús en nosotros. En este día Jesús nos comunica esta tarea y la fuerza necesaria para vivirla. Con María en el centro de este mes de mayo nos ayudará a vivirlo con sencillez y fortaleza. Que nos dejemos mirar y abrazar por Jesús y María, nuestra Madre. 

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