- Nos ponemos en presencia de Dios.
- Hemos celebrado la Ascensión de Jesús al cielo.
- La alegría de la Ascensión necesita adoración y
reconocimiento. Después de resucitar, Jesús se ha dejado ver y oír para
confirmar en la fe a los apóstoles y discípulos que tendrían que ser sus
testigos en medio del mundo.
- Leemos la lectura: Pablo con la fuerza del
Espíritu Santo habla con fuego en nombre de Jesús.
- “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor,
yo he vencido al mundo.”
- Creo que para nosotros, por lo que somos, hoy es
un día muy especial
- Dentro del mes de mayo celebramos la
festividad de la Virgen de Fátima.
El 13 de mayo consagran el
pontificado de Francisco y la JMJ a la Virgen de Fátima
- Nuestros Obispos nos invitan a asociarnos a ellos
en este momento: “Todo el pueblo de Dios está invitado a adherir en
oración, a esta consagración del servicio pastoral del papa Francisco”
dijeron. Aceptar esta invitación es imitar a Lucía, Francisco y Jacinta
que, después de las apariciones tuvieron siempre una preocupación especial
de rezar por el Santo Padre. Esta unión con el papa, se expresa sobre todo
en la oración; es una dimensión constitutiva del propio Mensaje de Fátima
El Santuario de Fátima dedica este año
pastoral 2012-2013 a la aparición del 13 de junio de 1917. El lema que hemos
escogido este año es: “No tengáis miedo” que se basa en la
promesa de Nuestra Señora a la vidente Lucía, en la segunda aparición: “Mi
Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios”.
Buscando motivar la confianza, se optó por la formulación sintética “No
tengáis miedo”, exhortación presente en la Biblia unas 365 veces, de esta
forma o con expresiones similares. La vivencia de la fe es la exhortación que
Dios hace continuamente a los creyentes. La confianza brota, por eso, como
dimensión fundamental de la fe. Tener fe es confiar en Dios. Quién cree, no
sólo confía en aquel en quien cree, sino que cree porque confía. Y esta
confianza nace del encuentro con Cristo; al encontrar a Cristo por medio de María.
- En el libro de Abelardo de Mirad a María:
¡Buscad a Jesús!... pero nos faltan fuerzas y esas fuerzas las encontramos
en la Inmaculada. Busquemos a Jesús en María…
“En la Virgen –decía el Mariscal Hindenburg– encuentro
yo todos los valores que necesita una persona para la vida” ¡Mirad
a María! Es nuestra Madre. A una Madre no se le tiene miedo.
- Recuerdo que en mi familia tenemos una gran
devoción a la Virgen de Fátima por la curación de nuestra madre. El primer
dinero que gané lo dediqué para regalar un viaje a Fátima a mis padres.
Vinieron contentísimos.
- Preguntemos a María: ¿cómo vamos durante este mes
ofreciendo alguna flor espiritual?
- Recordar la vida de los beatos Lucia y Francisco
y a Lucía.
- Que los nos ayuden a vivir cerca de María en este
mes.
Con Jesús y María venceremos y seremos
felices en esta vida y podremos por su misericordia estar un día en el cielo
gozando de su compañía.