“YO OS HE ESCOGIDO”
Impresionante el evangelio de este día. ¡Que el Espíritu
Santo te haga disfrutar de él!
Quizás necesites leerlo varias veces para entrar de lleno
en estas palabras. No te importe dedicar parte de tu oración a leer y releer la
palabra, para que todas sus enseñanzas vayan tomando lugar en tu corazón. Al
principio irán desfilando una serie de palabras algo dispersas: odio,
persecución, me ha odiado, me ha perseguido, el mundo os amaría, el mundo os
odia, a mí, a vosotros… Puede parecer un bosque inconexo, pero con ello tienes
que ir haciendo tu oración de hoy.
Poco a poco todo encontrará su lugar y algunas palabras
ocuparan un lugar central. Serán estás: “yo os he escogido” y “a causa de mi
nombre”.
Si, este es el centro del evangelio de hoy y de todo
Evangelio, la unión con Jesucristo. Esto es lo que la Pascua tiene que estar
suscitando en nosotros, un deseo profundo de vivir desde el centro de la fe.
El evangelio de hoy es hermoso por esto: nos propone, nos
plantea, casi hasta nos exige, vivir en unidad de destino, de misión y de vida
con el Señor:
- “a mí antes que a vosotros”
- “no es el siervo más que su señor”
- “a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán”
- “si han guardado mi palabra también guardarán la vuestra”
Una buena forma de vivir este nuevo día es tener esto en
el corazón y repetirlo ante cada acontecimiento y situación que hoy vaya
ocurriendo. Repetirte “a causa de su nombre”. En todo lo que hoy vivas intenta
sentir esta unidad de vida con el Señor, intenta darte cuenta de que el Señor
te ha elegido. En una conversación, en una humillación, en cada hora de estudio
de este final de curso o en cada momento de trabajo. Tanto en casa como por las
calles de la ciudad, con tu familia o con tus amigos… Sí, todo ello tiene un
sentido. El Señor te ha elegido para estar allí, para vivir eso. Él lo ha
vivido primero, y nosotros lo vivimos a causa de su nombre…
Feliz día.