El evangelio de este día es rico en
imágenes.., en personajes.., en diálogos.., y en contenidos... Vamos a escoger algunas de sus frases para ponderarlas y
saborearlas en nuestra oración.
V. 14: "Al ver a Jesús, la gente
se sorprendió, y corrió a saludarlo."
- ¿Qué tendrá la persona de Jesús que siempre nos sorprende, como si fuera una eterna novedad...?
- ¡Sorpresa y estímulo...! pues corrieron a saludarlo...
- Hasta hace unos momentos solo se palpaba la impotencia y la necesidad... Impotencia por parte de los discípulos para curar al muchacho.., y necesidad de su padre que lo amaba entrañablemente, y ya no sabía que podía hacer con él...
- ¡Con Jesús reaparece la esperanza, y es que Tú estás ahí y te vemos... Contigo todo se explica y todo se soluciona..!
- V. 17: -«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar.
- ¡Dios ha hablado en la persona de Jesucristo. Es su Palabra..!
- Los hombres escuchando la Palabra Dios, que es Jesucristo, también ellos se convierten en Palabra para sus hermanos. ¡Qué don natural y que gracia sobrenatural es el don de la palabra..!
- ¿Apreciamos en su justo valor la capacidad que tiene la persona humana para comunicarse con otras personas, y para comunicarles a Dios por medio de sus palabras...?
- ¡Que no nos sorprenda la noche de la vida sin haber pronunciado el nombre y la palabra que es Cristo...! ¡Qué ningún espíritu nos impida hablar...!
- V, 18: He pedido a tus discípulos que lo echen, no han sido capaces.»
- No siempre el hombre puede hacer el bien, aun siendo bueno...
- No siempre podemos vencer las acechanzas del enemigo..., aunque lo intentemos...
- No siempre está a nuestro alcance paliar el mal que contemplamos o sufrimos, ante tanta impotencia y limitación propia o ajena...
- Pero siempre podemos acudir a Cristo, y en suplica humilde y confiada alcanzar el milagro que nuestra impotencia no pudo... "Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos..."
- V. 23: Jesús replicó: -«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
- Preguntémonos:
- ¿Será que yo no creo...?
- ¿Será que mi fe es lánguida y de puros conceptos formulada...?
- ¿Será que mi fe no es vital..?
- Ahora es el momento en nuestra oración personal, para hacer nuestra la petición del padre del niño: -«¡Tengo fe, pero dudo; ayúdame!» El texto apunta, que dijo esto, pero gritando...
- ¿Gritamos nuestra falta de fe.., nuestra necesidad de ella...?
- ¿Gritamos nuestra incapacidad para hacer milagros.., para hacer el bien a manos llenas..?
Los discípulos, más tarde y en la intimidad,
preguntaron a Cristo: -«¿Por
qué no pudimos echarlo nosotros?» El les respondió: -«Esta especie sólo puede
salir con oración.» Aquí
tenemos una razón para no dejar nuestra oración.., y orar todos los días de
nuestra vida...