«La santidad no consiste en tal o cual práctica, consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra flaqueza y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre» (Santa Teresa del Niño Jesús, Novissima verba 3 agosto)
Jesús quiere que seamos santos. La Iglesia en nuestro tiempo ha enseñado la vocación universal a la santidad (Vaticano II). Esta realidad ha sido una enseñanza continua de la Iglesia. Lo sintetiza el Catecismo de la Iglesia Católica:
“El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad… Él es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" (Jn 15, 12). Este amor tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo (cf. Mc 8, 34).”
La santidad es el objetivo de toda la vida cristiana, objetivo dinámico y permanente. Don y terea para nuestra vida. Don del Señor, sin el cual no podemos hacer nada, y tarea que el mismo Señor nos encomienda.
Pedimos en este día entrar por caminos de santidad, con humildad y confianza, con valentía y espíritu de servicio y misión. Una nube ingente de testigos nos contempla mientras realizamos nuestra carrera. Nuestra Madre que vela por nosotros; la muchedumbre incontable de personas que nos han precedido. Nosotros, fijos los ojos en Jesús autor y consumador de nuestra fe, no nos cansemos de estar empezando siempre aunque aparentemente nada consigamos, pues no es algo en que no recibamos ayuda de lo alto directamente y a por medio de múltiples mediaciones. Dios crea el mundo y lo trastoca para hacernos santos.
El que asciende no cesa nunca de ir de comienzo en comienzo mediante comienzos que no tienen fin. (S. Gregorio de Nisa)
El fin del hombre es la felicidad y la felicidad verdadera coincida con la santidad. No dejemos que la santidad sea caricaturizada sino que seamos testigos sencillos y valientes de la verdadera santidad. Oremos insistentemente en este día por la santidad de toda la Iglesia, de cada uno de los bautizados y de toda persona que vive en este mundo.