Hoy Dios nos habla, una vez más por
medio de su Palabra.
Nos recuerda la figura del demonio, la
realidad de las posesiones, tema que cada vez es tratado con más frivolidad o
que incluso ignoramos.
Es un día para pedir por todas esas
personas, para que dejen a Dios rescatarlas. Relacionado con este tema, hablaba
yo este verano con un buen amigo y escuchaba asombrado una historia de
posesión. Me contaba cómo se rebelaba el demonio cuando se ponía a la persona
delante de un sagrario abierto. Increíble, Dios real y presente en el sagrario.
Vayamos hoy al sagrario y volvámonos a sorprender de tal acto de humillación,
del regalo tan grande que tenemos tan cerquita nuestra.
Y eso es lo que realmente hoy Dios nos
dice, que el Amor es más fuerte que el odio, que el bien gana al mal, que Dios
todo lo puede, sí, todo, sólo tenemos que dejarle, y dejarle hacer a su manera.
Pidámosle, y pongámonos en
disposición para que pueda hacer. Seamos conscientes del peligro del demonio y
confiados en Dios quedémonos cerca suya, lo más cerca posible, porque con Dios
no tenemos que temer a nada porque lo podemos todo.
Abraza fuerte a la Virgen, y mira cómo
confía ella en el Amor y de su mano trata de vivir el día para Alabar hacer
reverencia y glorificar a Dios.