Al leer este evangelio de hoy he
recordado un libro que durante muchos años me ha acompañado: “Día y noche” de
Jean Lafrance. El recibió una vocación a la oración constante, día y noche. Hoy
estos puntos de oración son su testimonio:
“…si hubiera de escoger unas palabras
que expresen el sentido de mi vida, escogería las de Jesús a la viuda
inoportuna… ¿y no hará justicia Dios a sus elegidos que le claman día y noche? La
oración es el secreto de mi vida, y el secreto de mi alma… Sé por
experiencia que la oración lo ha sido todo para mí, que ha sido la fuente de
mis mayores alegrías: jamás he sido tan feliz como rezando. En la
oración también se disipan todos mis sufrimientos. Sin ella no sé dónde
estaría; puede que incluso hubiera perdido la cabeza. La oración lo ha sido
todo para mí. Ha sido realmente la vida de mi vida… Dios quiere que oremos sin
cesar y sin desfallecer nunca. El escoge hombres que haga efectiva y real esta
oración, para los cuales la oración es lo único necesario, la actividad única.
Viven como todo el mundo, pero apenas tienen un momento libre, se sumergen en
la oración día y noche. Yo rezo siempre “danos la alegría, la confianza
en la oración”. Cuando la oración resulta ardua e imposible, se acoge uno a la
oración de la Iglesia. Pienso en la adoración de los monjes, ermitaños y de
todos los hombres ignorados que se dedican a arrancarle a Dios la salvación de
sus hermanos…. Y luego, lógicamente, está la Virgen santísima. Jamás he
recurrido tanto a Ella como en los momentos difíciles. Cada noche me despierto
hacia medianoche para rezar los misterios gozosos. Creo que el Espíritu Santo y
la Virgen son los dos grandes intercesores orantes. En cierto sentido soy un
pobre y busco oración entre quienes hozan del algún crédito delante de Dios. La
verdadera oración tiene lugar siempre de noche… Oh noche que guiaste oh noche
amable más que la alborada, oh noche que juntaste amado con amada con amado
trasformada.”
Este es el testimonio de Jena Lafrance,
en su último libro. Fallecería seis semanas más tarde. Espero que te ayude hoy
a suplicar el don de la oración.