6 octubre 2014. Témporas de acción de gracias y de petición – Puntos de oración

Estamos en la semana de “Témporas de acción de gracias y de petición”. Quizá a muchos no signifique nada, pero estaban colocadas al final de la recolección de casi todos los frutos empezando por los más imprescindibles para comer. Era tan importante dar gracias al Señor que se prolongaban por una semana y hay distintas fórmulas de Misas para cada día.
En todas ellas la idea central es dar gracias a Dios.
Vamos a preparar y hacer nuestra oración de mañana de acción de gracias una micro “Contemplación para alcanzar Amor” que San Ignacio pone al final de los Ejercicios Espirituales que todos debemos hacer y repetir cada año para que no se añeje nuestra oración y vida espiritual, donde salimos nuevos.
No hay  un texto en el Evangelio que no nos lleve a dar gracias a Dios. La  acción de gracias, nos coloca en nuestro lugar y es la cima de toda religión. Le preguntaban al Dalai Lama ¿Cuál es la mejor religión? Todos esperaban que dijera, la budista, pero dijo: “La mejor religión es a que te aproxima más a Dios, al infinito, que te hace mejor…” ¿Y qué es lo que hace mejor?
“Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más despegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético. La religión que consiga eso de ti es la mejor religión”.
Fijaos bien, todos nos hemos acercado a leer estos puntos, porque hacemos oración o queremos empezar hacerla si es la primera vez que los leo. Pero la oración cristiana junto con la práctica sacramental cumple de forma rebosante todo lo que dice Dalai Lama. Los momentos actuales son buenos para ver a nuestro alrededor la situación en el mundo cómo los cristianos somos perseguidos en todos los países. ¿No será porque es la que responde mejor a las aspiraciones del Dalai? Esto lo experimenta quien cada día hace oración y comparte la Eucaristía donde el contacto con  Cristo nos trasciende hasta Dios, el Infinito y nos contagia todas las virtudes  que nos hacen mejores. ¡Ay si todo el mundo hiciera oración! ¡Cómo se transformaría el mundo!
Pues bien, hagamos oración de  acción de gracias con el salmo de mañana:
“DAD GRACIAS AL SEÑOR DE TODO CORAZÓN”. Pero de verdad, dale gracias. ¿Por? En el salmo nos lo dice: Porque grandes son sus obras y dignas de estudio para los que le aman.
Pidamos como nos dice Ignacio en la contemplación para alcanzar amor-la cumbre de toda religión, que es Dios que es amor- “Conocimiento interno de todos los bienes recibidos” y estos son de creación (tantas obras maravillosas), de redención (dándonos a su Hijo que para salvarnos lo deja morir en la Cruz), de cada uno, particulares (tantas gracias recibidas desde la vida, la familia, el bautismo que te ha hecho hijo de Dios, ¿hay algo más grande? Y tantas gracias particulares que tu consideras especiales caricias de su amor,…)
Pero es más la segunda estrofa del salmo: “Justicia y verdad son las obras de sus manos…”; fijaos que si la mejor obra es la que más acerca a Dios, tiene que acercar a sus obras, y si sus obras son justicia y verdad, debe ser verdadera. No puedo dudar nunca de ello y todas las demás son aproximaciones.
En la tercera estrofa es para volverse loco agradeciendo: “Envió la redención a su pueblo, aseguró su alianza-contigo- para siempre y su nombre es sagrado y temible; su alabanza dura por siempre” Y la mejor forma de alabarlo es dándoles gracias.

Para acabar, nos fijamos en la Virgen, cómo da gracias en el Magníficat con el que acabamos nuestra oración; hacemos el examen y ya podemos ir seguros, confiados de que estamos en buenas manos. AMEN.

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