¡Feliz y santa fiesta de Navidad!
¿Qué celebramos en Navidad?
La gracia Dios ha aparecido. El Verbo
Eterno de Dios se ha hecho hombre. San Juan nos dice: "En el principio era
el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1,1) y
"el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14). El
profeta Isaías predijo: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una
grande luz... un hijo nos ha nacido, un niño se nos ha dado. Ha recibido el
señorío sobre sus hombros, y será su nombre: «Maravilla de Consejero», «Dios
Fuerte», «Padre Sempiterno», «Príncipe de la Paz»." (Is 9,1.5.).
En la Navidad, el Hijo único que sólo el
Padre conoce, nacido en Belén, nacido para llevar la vida a los hombres, nos ha
hecho capaces, de conocer a Dios, y de entrar desde aquí abajo a la vida
eterna. San Juan nos dice, "de su plenitud hemos recibido gracia sobre
gracia" (Jn 1,16). Y luego agrega: "A Dios nadie le ha visto jamás:
el Hijo único, venido del seno del Padre, Él lo ha contado".
Desde aquella noche de Belén, podemos
decir que han pasado muchos años. ¿Sigue siendo la Navidad actual, algo nuevo
para el hombre de hoy?
Creo que el mensaje de Navidad del Papa
Francisco para hoy responde perfectamente a esta pregunta. Meditemos su mensaje
en el silencio de la oración:
"La Navidad suele ser una fiesta
ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor."
Navidad eres tú, cuando decides nacer de
nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú,
cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos
de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La
campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres
también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con
la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando
cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de
Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres
también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El
regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser
humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus
manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la
paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de
esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando
humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo
sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura,
en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.