He tomado estas ideas de otra persona, pero creo que nos pueden venir
bien para la oración.
La primera
lectura de mañana será sobre el libro de Samuel, el pasaje en que David derrota
a Goliat. De este pasaje podemos entresacar algunas ideas o consejos, que
llevar a la oración
1)
Obediencia
Sin queja
David obedeció a su padre cuando Jesé le pidió a David para llevar comida a sus
hermanos, y ver si ellos estaban bien (1 Samuel 17: 17-20). Al
parecer, David no tenía una gran relación con sus hermanos. Esto lo vemos por
la forma en que Eliab (el mayor) habló a David cuando él llegó al campamento
israelita, lo cual parece indicar que había una gran tensión entre los hermanos (1
Samuel 17:28, 29).
Cuando el
padre de David le pidió que hiciera este trabajo, David obedeció (1
Samuel 17:20). Cuando David fue desafiado por Goliat para luchar por
el Señor, él lo hizo sin dudarlo (1 Samuel 17:26, 29). Cuando
Saúl le preguntó a David si quería usar su armadura para la batalla, David
aparentemente trato de hacerlo, pero tuvo que respetuosamente dejarla de lado (1
Samuel 17:38, 39).
Dios ha
puesto autoridades sobre cada uno de nosotros. Debemos estar dispuestos a
obedecer en cada situación. Hay momentos en que la obediencia no es
posible (Pedro habló de esto en Hechos 05:29). Pero la sumisión es
necesaria en estos casos. Por ejemplo, mientras que Daniel no podía obedecer la
orden del rey de abstenerse de adorar a Dios, y se sometió a la pena que fue
promulgada sobre él. Dios obtuvo una gran victoria ante el pueblo de Babilonia
a causa de la obediencia de Daniel, no por causa de su rechazo para adorar al
rey.
En esta
historia de David y Goliat, vemos a David como un joven obediente. Dios nos
llama a ser siervos obedientes, no rebeldes y tiranos.
2) Tomar
una posición
Cuando
David llegó al campamento se sorprendió al escuchar las palabras de Goliat. De
inmediato pensó que había que hacer algo para detener al gigante blasfemo (1
Samuel 17:26). Casi parece que David no se dio cuenta de que todos los
demás estaban huyendo de miedo. Su primera reacción fue que había una causa por
la que luchar. Cuantas veces se nos presenta durante el día en nuestros lugares
de trabajo la posibilidad de tomar posición por el Señor.
3) Confíe
en Dios. Dios toma partido por su pueblo.
David creía
que Dios iba a ganar la batalla por el (1 Samuel 17:26, 32, 37). David
quería ser parte del plan de Dios. Confío en que Dios podía y que lo utilizaría.
Qué refrescante es pensar y ver en alguien se ofrece al servicio del Señor.
Hoy
escuchamos tantas personas que dicen que no pueden hacer esto o aquello para el
Señor, porque el Señor no los ha llamado a un servicio en particular. David no
esperó a ser llamado. David se ofreció y puso su vida en juego por el honor de
Dios. Creo absolutamente que Dios llama a las personas a su servicio. Pero,
también creo que muchas personas se esconden detrás de la frase: “Dios
no me ha llamado a hacer eso.”
No estoy
seguro de quien lo dijo, pero yo he oído el sentimiento ante la pregunta: ”
¿Dios le llamo a quedarse en casa y no llevar el Evangelio a un mundo
moribundo?” Muchas personas deben creer primero que Dios les ha
llamado a hacer algo para hacerlo, en lugar de responder al llamado de Cristo
para llevar su Palabra al mundo y hacer discípulos.
4) Mirar
las victorias pasadas
David fue
capaz de confiar en el Señor, porque el Señor lo había ayudado de muchas
maneras en el pasado (1 Samuel 17: 34-37). David sabía que
podía pelear contra Goliat, aunque nunca se había enfrentado a un gigante en el
pasado. David utilizó las últimas victorias para darse confianza de que Dios
seguiría trabajando en él y a través de él.
Podemos
estar enfrentados a algunos grandes obstáculos en nuestra vida hoy, pero ¿Qué
hemos visto a Dios hacer en nuestra vida en el pasado? ¿No creemos que Él es
capaz de seguir trabajando en mejores maneras en el futuro?
4) Entregar
nuestros Talentos
Sabemos
algunos de los talentos de David por este momento de su vida. Sabemos que él
era un músico experto y que él era un pastor capaz. Música no parecía ser la
herramienta para salir a enfrentarse con un gigante guerrero. David rindió sus
habilidades de pastor para hacer una obra para el Señor.
¿Qué puedo
ofrecer hoy al Señor?
Por último,
comentar una curiosidad. Algunos creen que David escogió cinco piedras lisas,
por si acaso erraba con la primera, y poder entonces usar las otras 4 piedras.
Pero David no pensaba fallar. ¿Por qué entonces escogería cinco piedras? La
respuesta la encontraremos en el Segundo Libro de Samuel, el capítulo 21,
versículo 22 donde leemos: "Estos cuatro eran descendientes de los
gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos".
Es que Goliat tenía cuatro hijos, y David estaba seguro de que saldrían a
luchar contra él tan pronto como él diera muerte a su padre. Fue por ese motivo
que David escogió las cinco piedras.
Acabamos
pidiendo al Señor que como en evangelio nos cure la parálisis que nos impide
actuar.