19 enero 2017. Viernes de la II semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Me pongo en presencia de Dios. Pido a Él me ayude en este tiempo de oración.
Pido por el fruto del viaje del Papa a Chile y Perú. El Papa Francisco, misionero en estos momentos en América. Un hombre providencial para los tiempos que corremos.
La primera lectura nos habla del perdón y de la misericordia. ¡Cuánta misericordia tiene Dios con nosotros! ¡Cuánto nos cuesta perdonar!  ¿Qué siento en cada una de las confesiones? Recuerda aquel dicho: “Si quieres ser feliz un instante, véngate de una persona y si quieres ser feliz siempre, perdona”.
En el evangelio vemos la elección de Jesús a los apóstoles. Nosotros elegimos a los amigos, a los que nos parecen más agradables. Jesús llama con otros criterios. Elige a los pobres, a gente de mala fama, a los que valen poco a los ojos del mundo. En ese pequeño grupo de los apóstoles había gran variedad. Allí estaba el pescador que luchaba cada día para dar de comer a su familia, y allí también estaba el corrupto recaudador de impuestos que le quitaba su dinero. De estas historias variadas Jesús hizo una comunidad para transformar el mundo. Son los compañeros de Jesús, los que caminan con él, y eso es lo principal. Pero también los llamó para transmitir su Palabra, y les dio poder para liberar a la gente de sus males. Cada uno de nosotros, a su manera, puede vivir esa llamada.
Pensar en el rato de oración; cuántas personas que conocemos han sido llamadas por el Señor y cuánto bien nos han hecho en nuestra vida. Llamó a los que quiso para que estuvieran con él.
Damos gracias a Dios. Podemos contemplar cómo va avanzando el anuncio del evangelio cuando solo fueron 12 los apóstoles, y hasta dónde llega si le dejamos a Dios actuar. ¿Cómo voy respondiendo a la llamada que Jesús me hizo un día? Voy sintiendo su presencia.

“Dadme vuestro amor y gracia que esta me basta”.

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