7 enero 2018. El Bautismo del Señor (Ciclo B) – Puntos de oración

Llega la hora en que Jesús debe comenzar su vida pública, y dejando Nazaret se encamina hacia el Jordán...
            Juan anuncia: "Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo, y no merezco agacharme para desatarle la correo de sus sandalias..." Y este Jesús que viene, y al que Juan anuncia, se presenta con tal ejemplo de humildad, que el mismo Juan se queda anonadado...
            ¡Cómo confundes mi soberbia, Señor...! ¡Tú, quieres ser tenido por pecador, sin serlo; y yo que soy pecador, suspiro por ser tenido por justo, sin serlo...!
            ¡Nada tiene de extraño que al reconocerle Juan, lleno de admiración y de pasmo ante tanta humillación, rehusara bautizarle, diciendo: "Yo, Señor, debo ser bautizado por Ti, y Tu vienes a ser bautizado por mí…?
            Hoy es un día, para que nosotros sintamos lo mismo cuando nos acerquemos a comulgar..., y ojalá que también escuchemos: "Déjame hacer ahora, que así es como conviene que nosotros cumplamos toda justicia." (Mt.2,15).
            En humillándonos y obedeciendo podemos resumir toda la santidad... Con estas dos virtudes cumplimos toda justicia para con Dios, para con nosotros y para con el prójimo...
            Así lo entendió Juan, pues al punto, rindiendo su juicio y voluntad propia, bautizó a Jesús, y el Señor se dejó bautizar por él....
            Y viendo el Padre de los Cielos tan humillado a su Hijo, se tuvo por obligado a honrarle y a autorizarle, enviando al Espíritu Santo en figura de paloma... Y no contento con esto, se escuchó su voz que decía: «Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».

            ¡Quien pudiera escuchar estas palabras del Padre en algún momento de nuestra vida...! ¡Cuánto daríamos por escucharlas y porque reposaran en nosotros...! ¡Hijo, Amado, complacido...! ¡Jesús nos lo ha alcanzado, y ahora quiere revivirlo en nosotros con la misma plenitud con que se dio en El... solo necesita que tú le dejes...!

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