22 noviembre 2018. Jueves de la XXXIII semana del Tiempo Ordinario – Santa Cecilia – Puntos de oración


Llegando a Jerusalén por el Monte de los Olivos se contempla la ciudad santa en una gran panorámica: la muralla con la Puerta Dorada, la esplanada del templo y el llamado monte Sion. Existe una pequeña iglesia en recuerdo de las lágrimas de Jesús y la imagen de la gallina que acoge a sus polluelos; “Dominus flevit” se llama la pequeña iglesia francisca.
Caminando por el lugar se encuentran recuerdos de las idas y venidas de Jesús por aquellos lugares. Tenerlo delante en la oración nos hace tener más presente la humanidad del Señor y su solidaridad con nosotros. Su corazón se conmueve y nos invita a hacer oración desde la realidad de nuestra vida dejando explayar nuestros sentimientos y emociones ante Él.
Ante esta hermandad podemos comprender el cántico nuevo del apocalipsis pues Jesús se ha compadecido de nosotros y nos ha hecho un reino de sacerdotes para nuestro Dios que ofrecemos nuestras vidas como sacrificio-ofrenda agradable a Él y bien de todos. Él valora nuestras vidas pues ha recapitulado todas las cosas en si haciéndonos reyes y sacerdotes. Este don alcanzado por Jesucristo lo hacemos presente en nuestra oración, ejerciendo el señorío que Jesús nos otorga orando con su oración. En vísperas de la solemnidad de Jesucristo rey del universo tenemos presente la gracia que Él nos ha alcanzado. Jesucristo ha hecho de nosotros hombres nuevos que cantan un cántico nuevo.

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