22 marzo 2019. Viernes de la II semana de Cuaresma – Puntos de oración


“Por último, les mandó a su hijo”
Jesús es “el hijo” que el amo de la viña ha mandado en el colmo de confianza hacia los trabajadores de la viña frente a los empleados que representan a los profetas. Esta parábola tiene un sentido cristológico impresionante. Nos dice quién es Jesús como en el evangelio de Juan cuando dice: “tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único”. Sí, Jesús es el Hijo eterno del Padre que ha sido enviado para que tengamos vida y vida abundante.
El tiempo de cuaresma es tiempo de renovar nuestra fe. La fe purifica nuestra inteligencia con la verdad revelada, como la esperanza la memoria y la caridad la voluntad. Sí, la cuaresma es tiempo de renovación de nuestra vida cristiana en su integridad.
“lo sacaron fuera de la viña y lo mataron”
La verdad de nuestra redención pasa por la cruz. Jesús nos habla de su Pasión de múltiples formas: mediante sus anuncios explícitos que estructuran una parte de los evangelios sinópticos, mediante alusiones implícitas: “les arrebatarán al novio”, o el evangelio de hoy en este versículo. En el Gólgota, fuera de la ciudad, fue crucificado el Señor para nuestra redención; misterio de la iniquidad humana y de la piedad divina. Jesús “dio su vida en rescate por muchos”
“Recordad las maravillas que hizo el Señor”
En medio de lo trágico de esta parábola y a la luz de la resurrección, proclamamos con el salmo las maravillas que el Señor ha hecho por nosotros. Memoria agradecida por que por mí el Señor va a la Pasión. La inserción de Dios en la historia lo renueva todo por caminos insospechados fruto de la creatividad de su Amor.
Dejémonos en este tiempo de cuaresma conmover de tal forma que Dios cobre mayor relevancia en nuestras vidas; pide hoy en tu oración cómo hacerlo realidad.
Con el “Magníficat” de María hagamos que nuestra generación cante también las misericordias del Señor.

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