28 marzo 2019. Jueves de la III semana de Cuaresma – Puntos de oración


El Señor ya está dispuesto para este encuentro de esta mañana en el lugar donde habitualmente dedicas unos minutos para la oración. Lo bueno sería poder disponer de un rato tranquilo; pero a lo mejor aprovechas el transporte público para esos minutos de encuentro. En el fondo Él te está buscando, esperando para meterse por cualquier resquicio e iluminar el camino de este día.
“Lámpara es tu Palabra, Señor, para mis pasos, luz en mi camino” (Sal 119,105).
El evangelio de hoy, después de una discusión en el momento que “Jesús estaba echando un demonio que era mudo”, algunos que observaban la curación le quieren identificar con Belzebú, el príncipe de los demonios. Será muy interesante meterse en la escena para escuchar la fuerza de Jesús en la mirada, en los gestos, en su voz.
Pero este texto termina con una llamada apremiante que da en la diana del corazón:
“El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama”. Y esto es Palabra de Dios. Sí está bien que digamos, al final, “Te alabamos, Señor”.
A veces oímos a personas muy cercanas, con cierta vida espiritual, que echan en cara a Dios que no los escucha, por una parte, y por otra, que parece que hace mucho tiempo que se ha quedado mudo, que no nos habla.
Pues en esta ocasión, que es la que toca, el Señor se ha fijado en mí. Y no anda con rodeos, y me dice:
“El que no está conmigo, está contra mí”. No se puede ser imparcial. Anima a que de testimonio de él en este día. Tú sabrás cómo. Haz silencio y escucha.
“El que no recoge conmigo desparrama”. Es buen momento para presentarle todas las limitaciones, heridas, debilidades… y entregárselas para que la transforme en esperanza, en determinación de seguirle a Él, pase lo que pase.
Y acercarme al corazón abierto de Cristo en la Cruz y escuchar de labios de la Virgen: “Sus heridas nos han curado”.

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