23 noviembre 2020, lunes de la XXXIV semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

La oración es… “Un camino que parte de la fe, avanza con la esperanza, y culmina en el amor…” La oración es el alimento y la respiración del alma, que cree en el amor de Dios Padre…

Hace unos días en la lectura que nos proponía la liturgia en el libro del Apocalipsis, leíamos: “Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo…”

Parece que nos quiere decir que la llegada del Señor es casi inminente. Nos puede ayudar a preparar el encuentro con el Señor ahora que iniciamos el Adviento, que nos empuja hacia el nacimiento de Jesús, en la cercana Navidad.

También nos avisa, de forma simbólica en este libro del Apocalipsis, último libro de la Biblia, de la segunda venida del Señor, de los últimos momentos de la historia, la Escatología… y en estos momentos concretos cuando nos llame a la casa del Padre, es donde podremos contemplar los nuevos cielos y la tierra nueva. Todos nuestros deseos, aunque sean infinitos, se harán realidad. Quizás ahora esta llamada del Señor, esperando de pie, a mi puerta para que entre en mi casa, si le abro. Él siempre toma la iniciativa invitándome a pasar a su casa. Buen momento para un diálogo íntimo con el Señor mientras estamos en la cena.

¿Aprovecho los minutos de acción de gracias después de la Eucaristía, cuando me transforma en Él? Porque me ha invitado a cenar y para poner en sus manos todos los acontecimientos del día que comienza.

Madre Inmaculada, a los pocos días de tu gran fiesta, me uno a tu súplica constante en estos días. “Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que lo esperan todo de tu amor…”

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