En el evangelio de hoy, Mateo nos
presenta el inicio del seguimiento a Jesús, que comienza con un encuentro y en
un lugar concreto. En ese encuentro se puede captar nítidamente, el llamado que
“alguien” hace y la libertad de seguirlo por aquel que lo ha oído. No puede
haber seguimiento de Jesús si no existe este espacio de intimidad,
reconocimiento de su mensaje y descubrir que es el mismo, el que nos busca primero.
Mateo, cuenta la vocación de los
primeros discípulos de forma escueta y directa. La sitúa en el lugar donde
realizan su trabajo de cada día, allí Jesús les propone algo “casi”
incomprensible. Estos hombres que conocen bien la faena que realizan a diario,
saben todo de pesca y como hacerla, y he aquí que este hombre llamado Jesús les
pide que abandonen todo, para ser “pescadores de hombres”. Cada vez que leo
este pasaje no dejo de preguntarme: ¿Qué entenderían estos hombres?
Mateo no nos explica nada, quizás por
eso tiene tanta fuerza y viveza, que después de tantos siglos e innumerables
reflexiones teológicas, desprende tanto cuestionamiento a nuestra vida
cristiana al mismo tiempo que sostiene nuestra fe de cada día.
Quizás nos gustaría percibir alguna duda,
miedos, pedir explicaciones, ciertas reticencias en la respuesta, pedir tiempo
para discernir…parece que es lo propio del ser humano. Y los Apóstoles fueron
seres humanos, limitados, carenciales… Gracias a Dios, los evangelios darán
cuenta de todo lo que Jesús tuvo que emplearse para que Andrés y los otros
llegasen a ser verdaderos discípulos y predicadores de la Buena Noticia que
ellos mismos descubrieron en el camino, junto a Jesús.
Ojalá que estos verbos de Mateo resuenen
hoy en nuestra oración y corazón: “Vio a dos hermanos… les dice: Venid
conmigo…ellos al instante, dejando todo, le siguieron”.
Decisión valiente, hoy muy necesaria, para nuestra vida, para nuestro mundo, para Dios. Él sigue siendo “el fiel”, el compasivo, el Dios hecho humano en nuestra propia tierra. Pidámosle por esta sociedad, atravesada por tanto sufrimiento y desesperanza.