18 de septiembre de 2015. Viernes de la XXIV semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Al leer hoy el Evangelio que hoy nos propone la liturgia he vuelto a recordar los Ejercicios Espirituales de este verano. San Ignacio de Loyola en la segunda semana de Ejercicios nos propone, para crecer en la oración, una petición que debemos de repetir a lo largo de todo este día.
Pedir lo que quiero: “Conocimiento interno del Señor que por mí se hace hombre, para más le ame y la siga”.
Pero antes de llegar esta petición nos recuerda la importancia  de ponerse en la presencia de Dios: “que todas mi intenciones, acciones y operaciones sean ordenadas en servicio y alabanza a su divina majestad” (46)
El evangelio es muy corto. Este es el texto: “… Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María Magdalena. De la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras que le ayudaban con sus bienes”.  (Lc 8, 1-3).
Jesús sale y recorre ciudades y pueblos. No se queda en casa. La voluntad del Padre es que anuncie el reino de Dios. En su persona se hace presente el reino de Dios. La señal de que el reino de Dios está presente no es solamente la predicación. Esta va acompañada de signos, cura de malos espíritus y enfermedades a algunas mujeres que le acompañan.
También acompañan a Jesús en estas correrías los Doce apóstoles. El Señor se pone en marcha y arrastra tras sí  a aquellos que ha elegido. Pero le acompañan porque cada día le van conociendo un poco más, lo mismo que estas mujeres. Cuanto más le conocen, interiormente, nos dice el evangelio, más le aman. Y cuanto más le aman… llegan a un proyecto común. Seguirle para identificarse con Él. Esta es la meta de nuestra vida, transformarnos en Él.
Este rato de oración es para preguntarnos si realmente mi oración de cada día está orientada desde esta clave:
¿Conozco cada día más a Jesús? ¿Es el centro de mi vida?
¿Estoy dispuesto a seguirle en medio de las pruebas y del gozo?

Que Santa María nos acompañe a lo largo de todo este mes lleno de fiesta de la Virgen. Hace unos días celebrábamos  a la Virgen de los Dolores. María junto a la cruz de Jesús. María, como Madre de Jesús le conoce, le ama y le sigue  en toda su plenitud. María ayúdanos  a seguir a Jesús cada día.

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