14 enero 2016. Jueves de la primera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Querido amigo:
Permíteme un breve saludo por el nuevo año 2016. Acabo de participar como todos los años en 8 días de Ejercicios Espirituales y quiero compartirte este gran regalo de zambullirme de nuevo en la oración –auténtico clima de estos días de silencio y soledad y de tanta comunicación viva con Jesús. El reto, el desafío, viene justo en las 51 semanas restantes. Para eso está la oración del militante.
A mí me ha ayudado mucho, el examen de cada oración. De modo concreto se nos sugirió escribir una carta a Jesús. Te comparto la motivada por la contemplación de la resurrección de Lázaro (Jn 11): Querido Jesús: Mil gracias por ofrecérteme como RESURRECCIÓN Y VIDA. La verdad es que si Tú no fueras Cristo sería una fantasmada, una fatua pretensión; de hecho, nadie en la historia, salvo un loco, se atrevería a pronunciarla. Gracias, mi Jesús, por tal gesto con Lázaro, tu amigo y con todos los lázaros, conmigo. Nos has mostrado que eres fuente de vida, gozo, misericordia. Que ponga toda mi vida a tu servicio. Además, me has dado la señal que estaba buscando; Tú te presentas como el Enviado, el Testigo del Padre y lo único que pides es creer. Creo, Señor, pero aumenta mi fe, y que sea vida, acción coherente, contemplativa. Ayúdame, Madre mía.
PUNTOS DEL DÍA:
1. Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie. El Arca del Señor fue capturada (1 Sam 4,1-11).
¡Qué humillación para Israel! Pero también de las caídas, de las bajadas, el Señor saca lecciones para que aprenda.
2. Ahora, en cambio, nos rechazas y humillas y no sales al frente de nuestras tropas (Sal 44,10).
Perdón, Señor, ahora toca abajarse, anonadarse…porque el que se humilla será ensalzado…
3. Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: "Si quieres, puedes purificarme". Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". En seguida la lepra desapareció y quedó purificado (Mc 1,40-45).
Magnífica respuesta de Jesús, evangelio vivo del Padre. Yo, como el pueblo de Israel, soy el leproso pecador, que humillado, casi avergonzado (con roche, dicen en Perú), se acerca suplicando a Jesús…”Si, quieres”; al instante, lo que era putrefacto se llenó de vida, lo que estaba muerto resucitó. 
Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad, Carta a sus colaboradoras del 10/04/1974: "Conmovido, Jesús extendió la mano y lo tocó"
Los pobres tienen sed de agua, pero también de paz, de verdad y de justicia. Los pobres están desnudos y necesitan vestidos, pero también dignidad humana y compasión por los pecadores. Los pobres no tienen hogar y necesitan un refugio hecho ladrillos, pero también un corazón alegre, compasivo y lleno de amor. Están enfermos y necesitan atención médica, pero también una mano caritativa y una sonrisa acogedora.

Los excluidos, los que son rechazados, aquellos que no son amados, los presos, los alcohólicos, los moribundos, los que están solos y abandonados, los marginados, los intocables y los leprosos...,  los que viven en la duda y la confusión, los que no han sido tocados por la luz del Cristo, los hambrientos de la palabra y de la paz de Dios, las almas tristes y afligidas..., los que son una carga para la sociedad, que han perdido toda esperanza y fe en la vida, los que olvidaron cómo sonreír y los que no saben lo que es recibir un poco de calor humano, un gesto de amor y de amistad - todos ellos, se vuelven hacia nosotros para recibir un poco de consuelo. Si les damos la espalda, damos la espalda a Cristo.

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