31 enero 2016. Domingo de la cuarta semana de Tiempo Ordinario (Ciclo C) – Puntos de oración

Hoy nuestra oración puede ser muy esponjosa, si hacemos nuestra la voz de la Iglesia en la Palabra de Dios, con la que nos anima a cumplir nuestra vocación como cristianos, como fieles laicos.
Es Dios mismo quien, en la persona de Jeremías, nos dice cuánto nos ama: ¡Somos sus elegidos!; desde cuándo nos ama: ¡Desde siempre, desde el seno materno!; y cómo su amor permanece con nosotros, con cada uno, sosteniendo su vida y su misión. Puede haber algo más estimulante para la oración que reposar esta Palabra, interiorizarla, apropiarla y confiar en ella.
Porque el amor de Dios, la Caridad con mayúsculas, no pasa nunca. Resuena el testimonio de Santa Teresita, nuestro adalid y protectora, que, como sabemos,  encontró en este texto de San Pablo su vocación. Creer y confiar en el Amor de Dios y hacer de nuestra vida un signo de la presencia de ese amor, una respuesta a ese amor. Sólo con el amor podemos alcanzar la plenitud y sabemos que el amor de Dios nos “primerea” (que dice el Papa Francisco), porque el nombre de Dios es Amor, Misericordia.  Hacer de nuestra oración un momento de gustar internamente, con fe cierta, ese Amor de Dios. Inspirar el Amor para poder expirar amor a los que nos rodean. Este sería el mejor testimonio de la misericordia de Dios a nuestro mundo. Que estemos disponibles y Dios pueda “usar” nuestra vida para acercarse a los hombres de hoy. ¡Qué maravillosa vocación!

Algo de esto nos cuenta el evangelio, sólo que la cosa acabó mal (en apariencia). Y es que desgraciadamente los egoísmos y particularismos son la ruina del amor. Pidamos a la Virgen que haga nuestro corazón como el suyo, dócil y flexible a la voz de Dios, un corazón dispuesto a aceptar los caminos y las sorpresas de Dios, que sigue amando al mundo, a nuestro mundo, con un amor “visceral” (Papa Francisco dixit), de misericordia infinita, y por tanto a menudo descoloca (¿nos descoloca?) a los que creen (¿creemos?) saber sus pasos de memoria en esta tierra.

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