25 enero 2016. La Conversión de san Pablo – Puntos de oración

Día hermoso donde los haya, día para aprender de Pablo y aprender a Cristo como nos decía bellamente Benedicto XVI. Celebramos la fiesta con el nombre de “Conversión de san Pablo” y se nos ofrece el relato autobiográfico del mismo Pablo (Hch 22). Léelo con calma hasta hacerlo tuyo
¿Quién era Pablo? ¿Qué le sucede? ¿Cómo cambia su vida? ¿Qué me dice a mi hoy?
·         Yo soy judío. Yo perseguía a muerte a este camino. Yo fui a damasco a traer presos y castigarlos…
·         Pero en el viaje… de repente… una gran luz… me envolvió
·         Pregunté… me respondió… ¿Qué debo hacer?
·         Y quedé ciego, hasta que recobré la vista y me dijo “has sido elegido”
Ahora profundiza en cada momento. Es el cambio profundo de definirse con un “yo” cerrado a un: “has sido elegido”.
Hace unos años di una tanda de ejercicios con San Pablo y lo resumí en 10 propuestas para vivir con San pablo. Te las ofrezco
1.      “Dios, que me eligió desde el seno de mi madre, tuvo a bien revelarme a su Hijo, y hacerme su mensajero” Ga 1,15-16. San Pablo, un alma verdaderamente fascinada por la luz del Evangelio, enamorada de Cristo, sostenida por una convicción profunda: es necesario llevar al mundo la luz de Cristo.
2.      “Si alguien vive en Cristo, es una criatura nueva; lo viejo ha pasado y ha aparecido algo nuevo” 2 Co 5,17. Este cambio de  vida no fue fruto de un proceso psicológico, llegó desde fuera, no fue fruto de su pensamiento, sino del encuentro con Cristo… fue muerte y resurrección para él mismo, murió a una existencia suya y nació otra nueva con Cristo resucitado.
3.      “He sido conquistado por Cristo Jesús Flp 3,12. También nosotros debemos aprender a conocer a Jesús, no según la carne, como una persona del pasado, sino como nuestro Señor y Hermano, que está hoy con nosotros y nos muestra cómo vivir y cómo morir.
4.      “Para mí la vida es Cristo” Flp 1,21.  Cristo es el criterio de valoración de los acontecimientos y de las cosas, el fin de todos los esfuerzos que él hace para anunciar el Evangelio, la gran pasión que sostiene sus pasos por los caminos del mundo.
5.      Predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los griegos, pero para los elegidos, fuerza y sabiduría de Dios” 1 Co 1,21  Nosotros debemos saber hacer esto: encontrar nuestra fuerza precisamente en la humildad del amor y nuestra sabiduría en la debilidad de renunciar, para entrar así en la fuerza de Dios.
6.      Te basta mi gracia ya que la fuerza se manifiesta en la debilidad. Y me complazco en soportar por Cristo flaquezas, oprobios, persecuciones y angustias, porque cuando soy débil entonces soy fuerte” 2Co 12,9-10  El cristianismo no es el camino de la comodidad; más bien, es una escalada exigente, pero iluminada por la luz de Cristo y por la gran esperanza que nace de Él.
7.      “Todo lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo; ... y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en El”. Ser justo quiere decir sencillamente estar con Cristo y en Cristo. La fe es mirar a Cristo, encomendarse a Cristo, unirse a Cristo, conformarse a Cristo, a su vida.
8.      “Quien nos separará del amor de Cristo… nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro Rm 8 39. Si estamos unidos a Cristo, no debemos temer a ningún enemigo y ninguna adversidad. Es necesario anunciar que Cristo es el vencedor, de modo que quien está con Cristo, quien permanece unido a Él, no debe temer nada.
9.      Cristo es el primogénito de toda criatura, existe antes que todas las cosas y todo tiene en Él su consistencia… Él es el principio de todo, en Él fueron creadas todas las cosas…en Él habita la plenitud de la divinidad” Col 1, 15-20. Acudir a Pablo, tanto a su ejemplo apostólico como a su doctrina, será un estímulo, una garantía, para la consolidación de la identidad cristiana de cada uno de nosotros y para el rejuvenecimiento de toda la Iglesia

10.  Queremos contribuir a vuestro gozo” 2Co 1,24. La misión de todos los apóstoles de Cristo, en todos los tiempos, consiste en ser colaboradores de la verdadera alegría.

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