7 de enero 2016– Puntos de oración

Los Evangelios de estos días van a ser como un pequeño condensado o resumen de todo el Evangelio. Este niño que acaba de nacer tiene prisa por dejarnos claro que tiene algo importante que decirnos. La buena nueva del Evangelio está ahí y es la mejor noticia que podemos escuchar en este comienzo de año. Está cerca el reino de los cielos. El reino ya ha tomado posesión en la Tierra.
Su mensaje es en realidad muy sencillo. Tiene una invitación a cambiar de vida. No otra cosa significa “convertirse.” Podemos darle muchas vueltas a esa palabra pero en el fondo todos sabemos a qué se refiere. Todos somos conscientes de las asignaturas pendientes que hemos ido dejando a lo largo de nuestra vida. Envidias, egoísmos, violencias... tantas cosas que creemos que hemos dejado atrás pero que en el fondo se nos han quedado pegadas a la piel como cicatrices horribles. Convertirse significa lavarnos, limpiarnos, purificarnos y empezar como nuevos. Este año de la misericordia, convertirse significa pedir perdón al que ofendimos, reconstruir las relaciones rotas con el hermano, renunciar a la violencia y construir la paz. Cada uno tiene que mirar en su propia y personal historia y, si somos honestos, no tendremos mucha dificultad para descubrir eso en lo que tenemos que convertirnos. 
Esa conversión que tanto nos hace falta a veces no podemos conseguirla con nuestras solas fuerzas. Nos dice la primera lectura que cuanto pedimos lo recibimos de Dios.  Su Espíritu es el que intercede y  nos capacita a creer en Jesús y su mensaje. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo. Y ahí viene Jesús en nuestra ayuda. En el Evangelio se dice de él que iba por los caminos de Galilea enseñando, proclamando el Reino y curando las enfermedades y dolencias del pueblo. En el fondo, Jesús sigue pasando por nuestras vidas,  sanando, curando nuestras heridas y nuestras dolencias.

Pidamos ser curados, transformados de tal manera que resplandezca su rostro y actitudes  en nosotros durante este año y así seamos testigos que interpelen a las multitudes.

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