Un día más nos ponemos en la presencia
de Dios para hacer nuestro rato de oración personal. ¡Gran misterio es la oración y gran don
para el que la realiza! Desde este agradecimiento vamos a intentar entrar en el
misterio de Dios orando.
"En aquel tiempo, Jesús se
puso a enseñar otra vez junto al mar." Jesús
ha iniciado una nueva etapa en su vida, ya no le veremos predicando o enseñando
en las sinagogas, sino en cualquier lugar, tiempo y ocasión... El Señor nos
enseña a buscar nuevos caminos para poder llegar a las personas, y hacerles
partícipes del tesoro que tenemos.
"Les enseñaba muchas cosas
con parábolas y les decía instruyéndolos..." Pareciera, que el cambio de lugar de
su predicación, exigiera una nueva forma de hacerlo... Y escoge para ello las
parábolas. "Parábola quiere decir literalmente: algo que se pone al lado
de algo; es decir, una comparación. Es una historia terrenal con un sentido
celestial..." De este modo Jesús capta la atención de un público,
que tenía un nivel cultural bajo, y una limitación de comprensión grande... Por
lo tanto los dos objetivos fundamentales serían: Despertar y mantener el
interés.., y hacer concretas las ideas abstractas...
-«¿No entendéis esta parábola?
¿Pues, cómo vais a entender las demás?". Jesús
enfatiza que es fundamental la comprensión de esta parábola para poder
comprender las demás...
En la parábola se señalan cuatro
tipos de terrenos.., y cuatro tipos de actitudes:
1. Borde del camino... Superficialidad.
2. Terreno pedregoso... Inconstancia.
3. Entre abrojos... Materialismo.
4. Tierra buena... Madurez.
Sería bueno que en nuestra oración
de hoy, tuviéramos el valor
de contrastarnos con estos tipos de terreno y con estas posibles actitudes....
La consecuencia de ello, bien podía ser, el despertar del sueño en que podemos
vivir sin darnos cuenta...
En el momento actual se nos pide
ser tierra buena, donde la
semilla de la Palabra de Dios de su máximo fruto y su mayor rendimiento... Para
ello no tengamos miedo de espantar los pájaros de nuestras imaginaciones..,
decantar nuestro terreno de piedras inútiles.., y de arrancar los abrojos de nuestros
caprichos, que ahogan y sofocan la Gracia de Dios en nosotros...
Y termina la parábola con unas
cifras o unos porcentajes: "...dan
una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.» ¿Qué será una vida al ciento por uno?
¿No te gustaría experimentarlo? ¡Pues, anda, vamos a intentarlo..! ¡Magnífica
conclusión sería esta, para la oración de hoy..!