27 enero 2016. Miércoles de la tercera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Un día más nos ponemos en la presencia de Dios para hacer nuestro rato de oración personal. ¡Gran misterio es la oración y gran don para el que la realiza! Desde este agradecimiento vamos a intentar entrar en el misterio de Dios orando.
            "En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar." Jesús ha iniciado una nueva etapa en su vida, ya no le veremos predicando o enseñando en las sinagogas, sino en cualquier lugar, tiempo y ocasión... El Señor nos enseña a buscar nuevos caminos para poder llegar a las personas, y hacerles partícipes del tesoro que tenemos.
            "Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos..." Pareciera, que el cambio de lugar de su predicación, exigiera una nueva forma de hacerlo... Y escoge para ello las parábolas. "Parábola quiere decir literalmente: algo que se pone al lado de algo; es decir, una comparación. Es una historia terrenal con un sentido celestial..."  De este modo Jesús capta la atención de un público, que tenía un nivel cultural bajo, y una limitación de comprensión grande... Por lo tanto los dos objetivos fundamentales serían:  Despertar y mantener el interés.., y hacer concretas las ideas abstractas...
            -«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás?". Jesús enfatiza que es fundamental la comprensión de esta parábola para poder comprender las demás...
            En la parábola se señalan cuatro tipos de terrenos.., y cuatro tipos de actitudes:
                 1. Borde del camino... Superficialidad.
                 2. Terreno pedregoso... Inconstancia.
                 3. Entre abrojos... Materialismo.
                 4. Tierra buena... Madurez.
            Sería bueno que en nuestra oración de hoy, tuviéramos el valor de contrastarnos con estos tipos de terreno y con estas posibles actitudes.... La consecuencia de ello, bien podía ser, el despertar del sueño en que podemos vivir sin darnos cuenta...
            En el momento actual se nos pide ser tierra buena, donde la semilla de la Palabra de Dios de su máximo fruto y su mayor rendimiento... Para ello no tengamos miedo de espantar los pájaros de nuestras imaginaciones.., decantar nuestro terreno de piedras inútiles.., y de arrancar los abrojos de nuestros caprichos, que ahogan y sofocan la Gracia de Dios en nosotros...

            Y termina la parábola con unas cifras o unos porcentajes: "...dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.» ¿Qué será una vida al ciento por uno? ¿No te gustaría experimentarlo? ¡Pues, anda, vamos a intentarlo..! ¡Magnífica conclusión sería esta, para la oración de hoy..!

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