18 noviembre 2016. Viernes de la XXXIII semana de T.O. – Dedicación S. Pedro y S. Pablo – Puntos de oración

Esta tarde iniciamos una tanda de EE para personas adultas, colaboradores y amigos. Vamos a tenerlos presente a lo largo de este fin de semana, ¿os parece?
La oración de cada día es la prolongación de los Ejercicios espirituales. Es el alimento del alma. A lo mejor has pasado una mala noche. Es el momento del amanecer y saber que estamos en las manos de Dios. ¡Qué bien iniciar el día de este viernes de noviembre calentándonos junto a la hoguera incandescente del Corazón de Cristo! ¿Te has quemado alguna vez? Por lo menos vamos a calentarnos para no dejarnos impresionar por la ráfaga de viento gélido que se esfuerza en dejar helada la huella de Dios
Leemos hoy en el Evangelio: “…Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: “Está escrito Mi casa será casa de oración”, pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”.
Jesús, entra con autoridad y les echa, hablando y actuando. Porque el templo, el lugar de oración, la familia, el ámbito de nuestra profesión… se ha convertido en un lugar donde Dios apenas cuenta para nada, le hemos echado para escuchar y dejarnos seducir por frases sonoras del siglo XIX, “Dios ha muerto” mejor, lo “hemos matado”. Y esto se repite continuamente. Dios estorba y hay que borrar toda huella que hable de Él.
Jesús no se cansa de enseñar: “Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él… (darle muerte) pero no sabían cómo hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.”
Que en estos minutos de oración estemos pendiente de él, mirándole, escuchándole. Dejándonos quemar por él. Así le descubriremos en todos los acontecimientos que hoy nos sucedan y le veremos en las personas con que nos crucemos por la calle o convivamos con ella.

Santa María del Adviento, queremos ver a Jesús.

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