Esto nos dice la Palabra de Dios hoy:
- …y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los
muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras. Y
el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los
muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras. (apocalipsis)
- Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza:
caminan de baluarte en baluarte (salmo)
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza:
caminan de baluarte en baluarte (salmo)
- El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.
(evangelio)
Toda la semana llevamos dándole
vueltas a la esperanza. Cada párrafo del apocalipsis, los salmos y el evangelio
de Lucas, nos han traído una palabra de esperanza, de consuelo, de paz. No nos
hemos dejado llevar por las dificultades que se presentaban, las catástrofes,
las persecuciones, los odios y crueldades, porque hemos ido palpando quién
tiene la última palabra sobre todo acontecimiento: el Dios de la gloria. Hemos
ido pasando por el corazón nuestra vida y la vida de los que queremos y hemos
presentado al Señor cada situación, al hilo de la Palabra.
Os invito a leer esta descripción del
sufrimiento del mundo que hace el Papa Francisco en su última carta titulada “misericordia et misera” ya que es la misma descripción del
libro del apocalipsis en nuestro tiempo:
“… No tener trabajo y no recibir un
salario justo; no tener una casa o una tierra donde habitar; ser discriminados
por la fe, la raza, la condición social…: estas, y muchas otras, son
situaciones que atentan contra la dignidad de la persona, frente a las cuales
la acción misericordiosa de los cristianos responde ante todo con la vigilancia
y la solidaridad. Cuántas son las situaciones en las que podemos restituir la
dignidad a las personas para que tengan una vida más humana. Pensemos solamente
en los niños y niñas que sufren violencias de todo tipo, violencias que les
roban la alegría de la vida. Sus rostros tristes y desorientados están impresos
en mi mente; piden que les ayudemos a liberarse de las esclavitudes del mundo
contemporáneo. Estos niños son los jóvenes del mañana; ¿cómo los estamos
preparando para que vivan con dignidad y responsabilidad? ¿Con qué esperanza
pueden afrontar su presente y su futuro?”
Y os invito también a ver el camino
que el Papa ofrece en la carta:
“…la consolación, enjugar las
lágrimas, una palabra de ánimo, un abrazo que te hace sentir comprendido, una
caricia que te hace percibir el amor, una oración que te permite ser más
fuerte…. Y termina el Papa con un llamamiento: “estamos llamados a hacer que
crezca una cultura de la misericordia”.
Es el tiempo de la misericordia, el
que nos presenta esta última semana del año litúrgico y nos abre las puertas
del adviento. Abrámonos desde la palabra de Dios de hoy a soñar y desear este
tiempo, como lo sueña el Papa:
“…Este es el tiempo de la
misericordia. Cada día de nuestra vida está marcado por la presencia de Dios,
que guía nuestros pasos con el poder de la gracia que el Espíritu infunde en el
corazón para plasmarlo y hacerlo capaz de amar. Es el tiempo de la misericordia
para todos y cada uno, para que nadie piense que está fuera de la cercanía de
Dios y de la potencia de su ternura. Es el tiempo de la misericordia, para que
los débiles e indefensos, los que están lejos y solos sientan la presencia de
hermanos y hermanas que los sostienen en sus necesidades. Es el tiempo de la
misericordia, para que los pobres sientan la mirada de respeto y atención de
aquellos que, venciendo la indiferencia, han descubierto lo que es fundamental
en la vida. Es el tiempo de la misericordia, para que cada pecador no deje de
pedir perdón y de sentir la mano del Padre que acoge y abraza siempre”
Que la oración de hoy te llene se
deseos…