21 febrero 2017. Martes de la VII semana del T. Ordinario – San Pedro Damián – Puntos de oración

Comenzamos la oración pidiendo al Espíritu Santo que venga sobre nosotros, que nos enseñe a rezar, que abra nuestros oídos y nos acompañe a lo largo de todo el día.
Hoy el Señor nos deja en el evangelio tres momentos deliciosos. El primero me llama mucho la atención. Con qué claridad habla Jesús, qué sencillo y transparente. Pero claro, el problema es que quienes le tenemos que entender muchas veces nos sobrepasa y no somos capaces de ver nada. Hoy el Señor nos llama a la confianza, aunque no entendamos nada, no veamos nada, pensemos todo lo contrario, vamos a fiarnos ciegamente de él. Como se fía un bebé de sus padres.
El siguiente mensaje que nos da, es el reflejo de su vida misma, todo un programa de vida en una sola frase. Quien quiera ser el primero, quien quiera ser feliz, que se ponga a servir a los demás. Salir a las periferias nos dice el Papa, no hace falta irse lejos, salir de nuestro propio yo y servir a los que tenemos al lado son también nuestras periferias. Cambiar la pregunta ¿qué puedo hacer para mejorar? por ¿qué puedo hacer para ayudar?
Finalmente iguala el servir a los demás con servir a Dios, es lo mismo. Una vez más no acabamos de entender esto, cómo va a ser lo mismo ayudar a esta persona que me hace tanto daño y servir a Dios. Cerremos los ojos y fiémonos, habla tan claro que sólo queda confiar.
Invito a hacer la oración de hoy preguntando al Señor ¿Qué puedo hacer hoy para servir a los que pasen a lo largo de mi día?

Aprendemos de María, que seguramente sean cosas escondidas, de las que nadie se da cuenta, silenciosas, pequeñas. Madre, maestra de amar sirviendo ayúdanos.

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