20 abril 2018. Viernes de la III semana de Pascua – Puntos de oración


Espero que te ayuden estas palabras que te pongo a continuación para llevar a cabo con fruto este rato de oración. Sería bueno, si es posible, que realices tu rato de oración delante de Cristo en la Eucaristía. Si no es posible porque no cuentas con esta posibilidad, dedícale este tiempo al Señor en la soledad acompañada por Él.
Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.
Ya es tercera semana de Pascua. Celebramos el paso del Señor. Es Cristo que pasa por nuestra vida y transforma nuestro pecado en fortaleza por su entrega en la cruz. Cristo pasa por tu vida como pasó por la de Saulo, y que luego Cristo le regeneraría en San Pablo, en el camino hacia Damasco. Igual que a Saulo, el Señor nos llama a la conversión.
Pídele a Jesús que cada día te convierta más y más a su corazón. La conversión es alegría plena para nosotros y especialmente en el Cielo: “hay más alegría en el Cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse” (y esto es Palabra de Dios). Esta alegría de la conversión es duradera en nosotros si ponemos los medios adecuados para ello. Estos medios son fundamentalmente el cultivo de la oración y de los Sacramentos, en especial la Eucaristía. Ya que como nos recuerda el evangelio de hoy: “Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”, la Eucaristía es la fuente autentica de agua viva que nos da la verdadera vida.
Pedimos la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María, para que nos acompañe en nuestro camino de conversión continuo y para que nos mantenga el amor hacia la Eucaristía, que es la verdadera fuente de agua viva.

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