7 abril 2018. Sábado de la Octava de Pascua – Puntos de oración


La primera lectura que hemos escuchado hoy viene resonando desde el pasado día miércoles, que es cuando se nos narró el milagro de la curación de este lisiado de nacimiento… Hoy el hecho llega a su conclusión, dejando marchar libres a Pedro y Juan, pues no encuentran manera de castigarlos por lo que han hecho, un milagro patente a los ojos de todo el pueblo…
Tenemos que estar preparados, para que el bien que hacemos o podemos hacer, sea interpretado mal o no correctamente por quienes no viven, como nosotros vivimos, o no piensan como nosotros pensamos…
Las palabras de Pedro y Juan son contundentes: «¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído». En esto se resume toda la vida cristiana, en contar lo que hemos visto y oído y nos ha transformado la vida…
Jesús en el evangelio tiene que aparecerse en el Cenáculo, donde está reunida la primitiva comunidad para vencer definitivamente su incredulidad… A partir de esta aparición ya nadie dudará de su Resurrección y, es más, a la voz del Maestro todos se convertirán en apóstoles del Resucitado, llevando la buena noticia al mundo entero…
Nosotros que hemos recibido el mensaje, que estamos viviendo la Pascua de Resurrección de este año 2018, también tenemos que salir a llevar la buena noticia a todas partes… Tenemos gracia suficiente como para compartirla con todos los que nos rodean, para hacerles partícipes de nuestro gozo y de nuestra alegría. Por lo tanto, no podemos quedarnos inmóviles y apáticos o dejar pasar la oportunidad que se nos ofrece un año más en nuestra vida...

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