21 de diciembre 2018 – San Pedro Canisio – Puntos de oración


Muy cerca ya de la Navidad, con las vacaciones escolares recién estrenadas, nos ponemos como cada día en presencia del Señor, que ya llega, que se acerca, pero que ya está aquí. Es la paradoja del Adviento: esperar a quien siempre está con nosotros para volver a sentir la fuerza de su presencia de una manera especial.
Para ello hagamos silencio, antes de que llegue el ruido de las fiestas y entremos en nuestro corazón para encontrarnos con Él. El evangelio de hoy nos presenta a María que, ya embarazada, acude sin pensárselo a ayudar a Isabel. Es nuestro ejemplo: no nos precipitemos tanto esperando la Navidad y desaprovechemos por ello el Adviento, que no es sino otra ocasión de encuentro con Dios. Para ponérnoslo más fácil se hará niño, se volverá frágil, se mostrará necesitado. Pero hoy, en tu habitación o en la capilla, puedes acoger su amor sin condiciones.
Si imitas a María nunca te parecerá estar esperando, porque harás Navidad en tu vida. Dejaras que Jesús nazca, aunque no sea 24 de diciembre, porque el amor no mira el calendario, mira a los ojos de los que necesitan el consuelo que trae el Mesías y del cual nosotros debemos ser portadores para tantos que no le conoce, no le esperan y no le aman.

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