Perder es ganar. La oración es creer y
callar en la presencia de Dios. Dejar que Él hable, se descubra, y nos enseñe a
dar la vida, en todo momento.
La sabiduría es algo grande a los ojos
de Dios. Sin embargo, qué difícil es saber y callar.
Tu palabra Señor eterna. Nos dice el Salmo.
El Reino de Dios está dentro de vosotros. Que descubramos la presencia del Reino.
“El Reino de Dios está en medio de
vosotros”. Ante la pregunta por el futuro, Jesús
invita a no buscarlo en acontecimientos inusuales, ni a esperarlo en un futuro
incierto, sino en la vida ordinaria, en lo cotidiano de cada día. El Reino es
el fruto de la presencia del Señor, la promesa cumplida de estar con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo. ¿Dónde encontrarle? En la Eucaristía, en
la Escritura, en el hermano necesitado, en el pobre, en el que sufre, en el
alumno débil, en la belleza, en la naturaleza, allí donde hay amor verdadero,
en el perdón, en la inocencia de un niño, en los corazones mansos de los que
hacen posible la paz… Es importante reconocerlo para no ir en pos de otros.
El otro día hacia la oración contemplado
el cuerpo desgastado de Abelardo que se agota esperando que su corazón deje de
latir. Ante él recitaba esas canciones que formaron parte de nuestra vida, como
un padre de nuestra alma que ha sido para cada muchos de nosotros.
Para vivir la santidad es
preciso
Creer que la nada es la verdad,
Más la soberbia te dirá que es virtud
El tener muchos dones para dar.
Creer que la nada es la verdad,
Más la soberbia te dirá que es virtud
El tener muchos dones para dar.
Y si te dejas confundir,
pensarás que
Subir es cumbre de santidad, pero es
El Niño de Belén y el Jesús de la Cruz
Tu modelo a imitar...
Y cuando quieras comprender que
Bajar es subir la cumbre de la humildad,
Pon tus ojos en la mujer que por
Madre Jesús en la Cruz te quiso dar.
Subir es cumbre de santidad, pero es
El Niño de Belén y el Jesús de la Cruz
Tu modelo a imitar...
Y cuando quieras comprender que
Bajar es subir la cumbre de la humildad,
Pon tus ojos en la mujer que por
Madre Jesús en la Cruz te quiso dar.