18 noviembre 2019. Lunes de la XXXIII semana del T. O. – Basílicas de Pedro y Pablo – Puntos de oración


“A Dios que concede el hablar y el escuchar le pido hablar de tal manera que el que escucha llegue a ser mejor y escuchar de tal manera que no caiga en la tristeza el que habla”
¿Qué quiere que haga por ti? Que me des vida, Señor. La fe es la verdadera vida. La que nos lleva a resistir y “preferir la muerte la muerte” antes que “no observar los decretos” de Dios.
Tantas veces vemos pasar al Señor por nuestra vida y en vez de gritarle “Ten compasión de mí” nos dedicamos a lamernos las heridas, a regocijarnos en nuestra acostumbrada ceguera. Es curioso, porque ante la pregunta del Señor, el ciego le responde “que vea, otra vez”. Otra vez. La fe se debilita, nuestro amor se empaña y el “mal que no quiero, lo hago” y ahí está Jesús, que pasa por nuestro lado: “Señor, que viva, otra vez”. Ahí la clave, en el “otra vez”. En eso se basa la misericordia del Señor, en el “otra vez”.
Y, ¿Por qué dame vida para que cumpla tus preceptos? Porque el precepto último del hombre es vivir el principio y fundamento de los Ejercicios “el hombre es creado para alabar, bendecir y dar gloria a Dios” y como diría San Ireneo: “la gloria de Dios es que el hombre viva y vida del hombre es la visión de Dios” … ¡la única forma de ser fieles es ver a Dios! Pedir a Dios que dé la visión de la fe, para verle, para vivir, para dar gloria a Dios.
Que Dios nos lo alcance. Feliz oración.

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