16 noviembre 2019. Sábado de la XXXII semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración


Modo avión on. Hoy, el libro de la sabiduría nos habla del silencio. Empecemos por ahí. Quedémonos en silencio para que Dios pueda hablarnos. Quizá es la última lección que nos da Abelardo. Ya solo le queda el silencio en que Dios manifiesta que toda nuestra grandeza reside en estar en sus manos de Padre.
La escritura nos dice que es en el silencio donde se manifiesta singularmente la presencia de Dios. Aprovechemos este silencio para recordar las maravillas que Dios ha ido haciendo en nuestra vida. Cuántas cosas han ocurrido en tantos silencios aparentemente vacíos en los que Dios ha irrumpido abrasándonos con su amor. Dejemos hoy que su presencian silenciosa nos inunde. Procuremos que en nuestra vida existan esos espacios de silencio que son espacios de Dios en todo lo que hacemos. Pidamos a la Virgen ser capaces de vivir así.
Si queremos alcanzar la gracia de ser personas de silencio capaces de escuchar a Dios debemos orar como Jesús nos enseña en el evangelio. Una y otra vez. Insistiendo. No con hastío, sino con fe. No con desgana sino con esperanza, porque si Dios ha hecho maravillas en nuestra vida, quiere seguir haciéndolas. Pero ¿encontrará la fe necesaria en nosotros?

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