14 mayo 2020. San Matías, apóstol – Puntos de oración


Matías (transliteración hebrea: Mattityahu; murió c. 80 d.C.), según los Hechos de los Apóstoles, fue elegido apóstol después de la muerte de Jesús de Nazaret para sustituir a Judas Iscariote tras la traición de Judas a Jesús y su posterior suicidio. Su llamada como apóstol es única en que su nombramiento no fue hecho personalmente por Jesús, quien de acuerdo a la enseñanza cristiana ya había ascendido al cielo, y también se hizo antes de la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia primitiva. Su nombre significa Don de Dios
“Orar es tratar de amistad estando a solas con quien sabemos nos ama” (Sta. Teresa)
Ayer celebrábamos la festividad de la Virgen de Fátima. Siempre me he preguntado: ¿por qué los niños tan jóvenes ya son santos? ¡Qué verían en la Virgen o que gracia recubrirían para llegar a los altares con tan corta edad!
Madre buena y fiel.
Ayuda en todo momento.
Reina de nuestros corazones.
Inmaculada sin pecado.
Alegría y servicio con discreción.
La lectura nos dice: Y rezando dijeron: «Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que ocupe el puesto de este ministerio y apostolado, del que ha prevaricado Judas para marcharse a su propio puesto». Echaron a suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles. Matías fue fiel a la elección. Algunos escritores antiguos nos lo presentan predicando en Jerusalén, en Judea, en las orillas del Nilo y en Etiopia, hasta sellar sus palabras con su sangre.
El salmo: El señor los sentó con los príncipes de su pueblo.
Qué precioso es el evangelio. Te invito a leerlo despacio. No tiene desperdicio en este tiempo de pandemia. 
«No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».  Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Acércate e a Jesús. Vete de la mano de la Virgen, como nos decía Abelardo y han repetido tanto los santos, en este mes de mayo y en este mundo que parece que quiere vivir de espaldas a Dios. Repasa la letra de María.
Meditemos en este ratito. Parece que, sin querer, se nos mete la prisa y la actividad, y no vemos la mano de Dios en todo esto.
Yo me digo: Oh, Dios, saca algo grande de esto porque, si no, es imposible que permitas tanto sufrimiento. 
·         “Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza jamás”.
·         Quizá nos hayamos endiosado en la sociedad y queremos ser más que dioses.
·         ¿María que flor le ofrezco a Jesús, una llamada, un rato extra de oración…?

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