4 mayo 2020. Lunes de la IV semana de Pascua – Puntos de oración


Podíamos empezar con una oración preparatoria breve para ponernos en presencia del señor y ofrecerle todo nuestro día. Le pedimos también a nuestra Madre la Virgen en este mes bendito que podamos permanecer con Ella, los discípulos y la iglesia en espera de la llegada del Paráclito.
Ayer domingo contemplábamos el domingo del buen Pastor y estos días la Iglesia nos sigue recordando que el Señor es nuestro Pastor: “Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas”. El Señor ha dado su vida por nosotros para que tengamos vida y en abundancia. La vida de la gracia con la paz y el perdón que El Señor nos da por medio del sacramento de la reconciliación, los sacramento, la oración y en el cielo la vida eterna; es la verdadera vida abundante que el Señor nos ha traído.
El asalariado abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa. Cuántas veces hemos tenido experiencias en nuestras vidas o las de otras personas del dolor, sufrimiento y desengaño en la vida por seguir al lobo. Pero el Señor no se cansa de buscarnos: “Yo doy mi vida por las ovejas…Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente” Pidamos a la Virgen que ella nos conceda de su Hijo el amar a nuestros hermanos como Él nos amó; entregando libremente nuestras vidas por los demás. Esta es la mayor libertad; el poder hacer el mayor bien para los demás y aún a nosotros mismos. Sólo en el cielo podremos ver la magnitud todo el bien de nuestras obras hechas por amor a Dios y al Prójimo.
Pero tenemos que seguir al Pastor, no nos despeguemos de su lado. Sigamos en este confinamiento que va pasando, en cenáculo; congregados en oración con La Virgen y la Iglesia en este mes de mayo; haciendo eco del mensaje de Fátima que tanto nos repetía el Padre Morales y Abelardo. Que en esta Pascua podamos encontrarnos con el Señor resucitado y lo sepamos llevar a los demás en nuestras vidas.

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