¡NO TENGAIS MIEDO!
Hacemos de esa expresión, que aparece
tres veces en el evangelio de hoy y una vez se añade aquello de lo que
realmente hay que tener miedo, el centro de nuestro encuentro con el Señor este
día, domingo, día del Señor.
- Que en todo y ante todo lo que hoy acontezca pueda escuchar de parte del
Señor: no tengas miedo
- Que en todo y en todo pueda decir yo a otros: no tengas miedo.
No hay que tener miedo en todo lo que
acontezca en el espíritu de la misión de Jesús: no hay que tener miedo a
pregonar desde las azoteas, porque nadie impedirá que se conozca el mensaje que
el Señor quiere transmitir.
Naturalmente que el que pregona se pone
en peligro, pero tampoco en ese caso hay que tener miedo, pues los enemigos no
pueden matar el alma. Y en tercer lugar no hay que tener miedo porque el
apóstol está en manos del Padre y en sus manos está mucho más seguro de lo que
él cree: el Padre se ocupa hasta de lo más pequeño
Jeremías en la primera lectura también
se enfrenta a la amenaza, una amenaza que puede ser también la del cristiano,
que tendrá que recordar en triple no tener miedo. El profeta sane que está
seguro en medio del terror, El Señor está con él cómo fuerte soldado, sus
enemigos tropezarán, no podrán con él, se avergonzarán.
Y Pablo nos habla de los mismo con la
palabra “confianza”, confianza inaudita, porque en Jesucristo la gracia de Dios
se ha desbordado sobre todos.
Cuanto más crecemos en la intimidad con
Dios, impregnada de amor, tanto más fácilmente vencemos cualquier forma de
miedo.
Que este mensaje cale hoy en nuestro
corazón y nuestra vida.
Feliz Domingo.