22 junio 2020. Lunes de la XII semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración


Hemos tenido un mes cargado de solemnidades y fiestas, desde la Pascua, con la Resurrección, foco de nuestra salvación, la Ascensión, Pentecostés con la venida del Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, la fiesta del viernes del Corazón de Jesús, el sábado Corazón Inmaculado de la Virgen, …
Quizá haciendo un recorrido, y donde encuentre lo que voy buscando me detengo, sin tener prisa por seguir adelante pus no el mucho saber o corres harta y satisface el ánima sino el gustar de las cosas internamente. Este último es un peligro en la oración que hay que evitar,; pensamos que debemos estar  recorriendo los puntos que hemos preparado, que nos han dado, leído, etc. y a lo mejor nos quita de lo mejor, poner amor, sentir el amor que Dios me prodiga en la oración, que está más interesado en llegar a mi corazón y poseerle, y a lo mejor no le dejo entra porque tengo que  recorrer… y no me doy cuenta de que la oración la va haciendo él si le  dejo, como decía santa M. Maravillas: “Si tú le dejas” o como dice la canción que cantan en el Caminito: “Si tú le dejas,  que bien lo hará,  Dios es mi Padre, qué feliz soy, soy hijo suyo, hijo de Dios.
¿Para qué son estas fiestas y solemnidades que nos pone la liturgia en este tiempo Pascual y a lo largo del todo año, sino para sentir cuánto nos ama y que sintamos su amor? ¡Cuánto nos ama! Y lo vemos en cualquier texto del Evangelio que leamos.
Hasta en el Antiguo Testamento las lecturas de estos días del libro de los Reyes vemos las trastadas que continuamente le están haciendo reyes del pueblo que se había escogido y a pesar de todo sigue queriéndolo y amándolo y por los profetas le dice que está enamorado de él. También tú y yo somos el nuevo pueblo que formamos por el bautismo que hemos recibido que nos ha incorporado a su reino como hijos y está enamorado de cada uno. No te sorprendas, Dios te ama así, no te des vueltas a la cabeza pensando cómo puedes amarle a Él, pues quisieras y son buenos deseos devolverle algo de tanto amor que vuelca en ti, mira que Él puede y quiere y realiza tus deseos. Por tanto, toda oración debía ser dejarse amar por Él, está deseando tomar posesión de ti. ¡Ay, si tú le dejas!
Por lo menos en este día para empezar y si ya lo haces, sumérgete en Él como Sor Isabel de la Trinidad, Teresa del Niño Jesús, Santa Teresa, san Agustín y todos los santos lo han hecho.
Empezarás a no juzgar, ver la viga en tu ojo y sacar la mota del ojo de tu hermano porque eres espejo que refleja siempre al que contempla y tu vida cambiará a tu hermano.
Os recomiendo, para terminar la carta 1ª del apóstol san Juan 4,7-16 descubrirás cómo debes dejarte amar, porque Dios es Amor. Donde nos muestra el amor de Dios enviando a su Hijo, y los que permanecen en el amor del hijo, este Hijo, los une al Padre y quieren que estén con él: “Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él”.
Inmaculado Corazón de María que nos dejemos amar como tú, su sierva lo supiste hacer por el Espíritu Santo.

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