13 octubre 2020, martes de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

“Lo único que cuenta es una fe activa en la práctica del amor”. Así termina la primera lectura de hoy. Es una frase de San Pablo, pero la podría haber dicho el Señor en el Evangelio de hoy: “Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo”. Este momento de oración, quizá al comenzar el día, es un momento para volver a centrar nuestro corazón en el Señor, que Él nos recuerde su Palabra. Que nos enseñe, porque siempre se nos olvida, a que nuestro corazón lata al ritmo de sus latidos. Volver a Él sin importar cuánto me desvié del camino, de si acerté con Su senda. Nuestro corazón es siempre demasiado pequeño y siempre se nos escapa parte de su mensaje. Por eso el Señor nos insiste: “Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo”, “Lo único que cuenta es una fe activa en la práctica del amor”.

Este rato de oración tiene que ser para volver a abrir mi corazón al Señor. Volverme a preguntarme qué significa esa caridad, ese dar limosna interior, para mí, en mis circunstancias de hoy. Seguramente no tenga que introducir muchos cambios en mi realidad, en mis propósitos, etc. Pero necesitamos recordar cuál es la fuente de la que manan. La caridad, que nace desde el centro de nuestro ser. Porque ahí está el Señor. O donde puede estarlo, si le dejamos. Si no, no es caridad, es otra cosa. Desde esa dimensión interior seguramente que el Señor me lanza más allá de esa realidad que vivo día a día. Quizá no sea hoy el día de hacer nuevos propósitos. Pero sí para recordar que el Señor sueña para mí mucho más de lo que vivo, si me dejo transformar por dentro, si me decido a vivir con radicalidad la caridad. El Señor me llama, me quiere dar la gracia para tener limpio TODO. ¡Qué maravilloso, que alegría! Gocémonos en el amor que Él nos tiene.

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