15 octubre 2020, santa Teresa de Jesús – Puntos de oración

Espero que te ayuden estas palabras que te pongo a continuación para llevar a cabo con fruto este rato de oración. Dedícale este tiempo al Señor en la soledad acompañada por Él.

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.

Te invito a que en esta predisposición y con la ayuda del Espíritu Santo, medites con calma la palabra de Dios que hoy nos ofrece la Iglesia en la Fiesta de Santa Teresa de Jesús, la gran santa española. En la primera lectura, del Libro del Eclesiástico, contemplamos: “El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría”. La sensatez, la prudencia, el no vacilar, el no fracasar, la inteligencia, el gozo y la alegría son los dones que el Señor da a los que le temen; es decir a los que le aman y son sus amigos. Esto es así porque el Señor es la Sabiduría. Pero claro, estos dones que el Señor regala a los que le aman, hay que usarlos para bien y, como dice la antífona del Salmo, para proclamar y cantar la fama de Dios a los hermanos y para construir el Reino de Dios, ya aquí en esta vida terrena.

Dios regaló a Santa Teresa todos estos dones. Ella fue la amiga fuerte del Señor. Una amiga fuerte, pero de corazón manso y humilde, como Jesús. Un corazón sencillo. De esto nos habla la lectura del Evangelio de hoy. Nos dice el mismo Jesús: “has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla”. Los amigos del Señor son humildes, sencillos y alegres. En otro punto, Jesús también nos dice: “cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso”. Porque Dios es así, es humilde y manso. La Sabiduría, en contra de los que podrían pensar los sabios de este mundo, es humilde, sencilla y mansa. Esa es la verdadera sabiduría de Dios y esos son los dones que el mismo Dios regala a sus amigos.

Señor Jesús, quiero ser tu amigo. Enséñame a ser sencillo como tú, humilde como tú, manso como tú, alegre como tú, sensato como tú, prudente como tú, … ¡Ayúdame, Madre querida a alcanzar la gracia de ser buen amigo del Señor!

Le puedes pedir a Santa Teresa que te ayude a ser amigo fuerte del Señor. ¡Santa Teresa, amiga del Señor, intercede por mí!

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