30 octubre 2020, viernes de la XXX semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

¿Es lícito curar los sábados o no?

Un día más, en este evangelio, asoma la distinta postura de Jesús y los fariseos sobre el sábado, el día del descanso de Dios y de los hombres, según la tradición judía. Para los fariseos lo principal es cumplir la ley, que, entre otras prohibiciones, no permitía curar en sábado. La ley por encima de curar a una persona.

Para Jesús, antes que la ley está la persona humana. Para él no hay una posible ley divina, ni una ley humana que no permita curar en sábado, que no permita amar a una persona necesitada. Si se puede rescatar a un burro o a un buey caídos en un pozo, cómo no se va a poder curar a un enfermo en sábado.

Siempre que vemos en el evangelio este asunto del sábado, a toda velocidad nos ponemos a lado de Jesús. Pero cabe preguntarnos si en nuestra vida real es así. Si lo primero para nosotros es el amor, el amor al hermano, como lo fue para Jesús, y si no caemos en el legalismo de cumplir alguna ley y dejar tirado al hermano necesitado. El amor es lo primero y principal. Esta es nuestra ley suprema, la ley de Cristo.

¿Vivo así mi vida cristiana, laboral, de estudiante? ¿Es esto el pilar fundamental en mi vida? Pidamos al Espíritu Santo que nos invada de Amor por Dios y los hombres para llegar y alcanzar a vivir así.

¡Amor a Dios y a los hombres!

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